Barbanza cerró el 2022 con la mitad de fallecidos en las carreteras

Christopher Rodríguez
Christopher rodríguez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Sonia Alonso falleció en el mes de mayo en un accidente de moto en Vilariño, Boiro.
Sonia Alonso falleció en el mes de mayo en un accidente de moto en Vilariño, Boiro. CARMELA QUEIJEIRO

Tras un 2021 fatídico, en el último año perdieron la vida media decena de personas

05 ene 2023 . Actualizado a las 15:46 h.

Nunca terminará de ser un año positivo en términos de víctimas mortales en accidentes de tráfico hasta que la cifra sea cero, pero lo cierto es que en el ejercicio en el que Barbanza sufrió un fuerte incremento de la movilidad, el número de fallecidos se vio reducido a la mitad con respecto al 2021, registrándose un total de cinco muertos. El 2022 fue especialmente duro en las zonas de Noia y Boiro, donde perdieron la vida cuatro personas en tres accidentes distintos.

El primer suceso mortal que hubo que lamentar el año pasado tuvo lugar en el mes de mayo, cuando Sonia Alonso, de 39 años, perdía la vida sobre el asfalto de la AC-305. Según el informe realizado por el equipo de Atestados de la Guardia Civil acerca de este siniestro, se cree que la mujer circulaba sin casco en una motocicleta. Así se ve reflejado al menos en las cámaras de la vía ubicadas en el núcleo de Vilariño.

El segundo fallecido que se registró en las carreteras barbanzanas fue un hombre de 36 años que murió tras caerse de su bicicleta y golpearse la cabeza en una pista en el lugar de Reboredo, en Boiro. A pesar de que los servicios de emergencia consiguieron reanimarlo en un primer momento después de que entrase en para cardiorrespiratoria, falleció en el Hospital Clínico horas después del suceso. Según fuentes de la investigación, también circulaba sin casco.

Además, hubo que lamentar una muerte en una brutal colisión entre un turismo y una furgoneta en la AC-550 a su paso por Porto do Son allá por el mes de junio. La víctima mortal en esta ocasión fue la conductora del coche implicado, una joven de 22 años natural de la parroquia sonense de Caamaño, que perdió la vida días después del accidente en el Clínico, donde permanecía en la unidad de cuidados intensivos.

Doble tragedia

El mes de septiembre también quedó grabado a fuego en la historia negra de las carreteras de Barbanza, esta vez por partida doble. La CG-1.5, el corredor que conecta Noia con la autovía a Santiago en Brión, registró un trágico accidente que segó la vida del noiés Antonio Dosil, de 73 años, y de Alberto Couselo, vecino de Sigüeiro de 43 años.

En el siniestro, dos vehículos, que eran pilotados por las víctimas, colisionaron frontalmente con extrema virulencia, lo que ocasionó que los conductores falleciesen en el acto.

En aquel momento, fuentes de la Guardia Civil de Tráfico explicaban que la causa del accidente fue que uno de los dos vehículos invadió el carril contrario, una circunstancia favorecida por la ausencia de mediana, un factor que avivó el debate sobre el desdoblamiento de esa vía.

Con esto, a pesar de la gran cantidad de vehículos que transitaron las carreteras de Barbanza durante el tramo final del año, los dos fallecidos en septiembre fueron las últimas víctimas del asfalto que hubo que lamentar en el 2022.

Desde las fuerzas del orden aseguran que, a pesar de haberse registrado un aumento de la circulación, el descenso de la mortalidad en las vías barbanzanas viene derivado por múltiples condicionantes como la calidad de los vehículos, la concienciación y, claro está, la fortuna.

El uso del casco reduce en un 30 % la probabilidad de sufrir lesiones mortales

De los cinco fallecidos registrados el año pasado en las carreteras de Barbanza, dos circulaban en un vehículo de dos ruedas, una moto y una bicicleta, al parecer, sin llevar el casco puesto. Según estudios de la Dirección General de Tráfico (DGT) el uso de este elemento de seguridad reduce en un 30 % la probabilidad de sufrir lesiones mortales.

Algo similar sucede con otro instrumento de seguridad pasiva, el cinturón. Aunque las tres personas que perdieron la vida en accidentes de coche a lo largo de este 2022 en Barbanza sí lo llevaban abrochado, este elemento es el sistema más eficaz, según la Organización Mundial de la Salud, ya que reduce en un 60 % las probabilidades de morir en un siniestro de tráfico.

Esto, sumado a otras medidas de prevención como no conducir bajo los efectos del alcohol y de sustancias estupefacientes, revisar el estado del vehículo y respetar los límites de velocidad, ahorra decenas de tragedias año a año en la comarca.

Cero

Siendo el 2022 un año en el que las víctimas se redujeron a la mitad en Barbanza con respecto al ejercicio anterior, cinco siguen siendo muchas vidas perdidas. Y también fueron muchas las cuatro que hubo en el 2014, o la única persona fallecida en el 2010. Fuerzas del orden y gran parte de la ciudadanía luchan codo con codo para que la cifra cada año sea menor. Aunque en ocasiones la diferencia entre vivir y morir es la suerte, entre todos se puede colaborar para alcanzar la ansiada cifra de cero.