La zona de Muros y Noia se llevó la peor parte en un temporal que dejó un reguero de incidencias en Barbanza

BARBANZA













Casas anegadas, bolsas de agua en carreteras y desprendimientos fueron lo más destacado en una jornada de lluvias intensas
26 dic 2022 . Actualizado a las 21:51 h.El temporal de lluvia que mantenía en alerta toda la comarca desde la jornada del viernes se hizo notar con fuerza durante la madrugada y parte de la mañana de este sábado, dejando un reguero de incidencias que afectó especialmente a los municipios de la zona de Muros y Noia, donde se registraron los desperfectos más importantes.
El derrumbe de la antigua iglesia de San Pedro de la villa muradana fue el incidente más reseñable de una jornada en la que, según en balance de MeteoGalicia, se registraron en algunos puntos de la comarca precipitaciones que superaron los 94 litros por metro cuadrado, lo que derivó en bolsas de agua en carreteras, viviendas inundadas y desprendimientos. Equipos de emergencias y brigadas de obras de los concellos tuvieron que emplearse a fondo durante todo el día para atender las múltiples llamadas por incidencias relacionadas con la lluvia.
En Carnota, las precipitaciones anegaron al menos tres viviendas situadas en distintos puntos del municipio, y se registraron peligrosas bolsas de agua en diferentes puntos de la carretera comarcal AC-550, así como una salida de vía. A primera hora de la mañana se localizó un vehículo accidentado que se presume que colisionó contra un muro durante la noche y fue abandonado por el conductor, que lo dejó cerrado. Dos brigadas de la Policía Local y media docena de operarios del Concello dedicaron el día a solventar las numerosas incidencias provocadas por la lluvia. Por la tarde, Protección Civil tuvo que acudir a varios garajes para achicar agua.

En Lousame, el agua que corría libremente a falta de una canalización de pluviales por la que los vecinos llevan meses esperando amenazaba con anegar la vivienda de una familia en la zona de A Ponte de San Francisco, mientras que los bomberos de Ribeira estuvieron toda a mañana achicando el agua que provocó bolsas en carreteras y anegó un par de casas en Porto do Son y en Corrubedo. También estuvieron atareados los integrantes del GES de Noia, que tuvieron que actuar en Queiruga, Porto do Son, A Arnela y Boa por el agua acumulada en la red viaria, mientras que acudieron también a Lousame y a la carretera de Pontenafonso para retirar árboles que habían caído sobre la calzada. También tuvieron que achicar un bajo en Portosín que se inundó por la tarde.
Muros derrumbados
Por su parte, los bomberos del parque de Boiro estuvieron actuando en Outes durante buena parte de la mañana de este sábado. En O Freixo y Santo Ourente se produjeron desprendimientos y caídas de muros que, en algunos casos, cortaban accesos a diferentes núcleos. Hubo también algunos anegamientos.
Por la noche, los bomberos ya habían tenido que intervenir en la inundación de una vivienda en el lugar de Vilacoba, en el municipio de Lousame, y en la retirada de un árbol y del tendido eléctrico y telefónico que habían caído sobre la carretera en el lugar de Rosomil, en Boiro.
Con todo, las incidencias detectadas en los municipios de Arousa norte fueron de menor entidad que las registradas en el resto de la comarca. En Rianxo, solo se constató la existencia de una gran bolsa de agua en el lugar de O Regueiro, en la parroquia de Isorna; mientras que desde A Pobra los servicios de emergencias señalaban que no se ha habían producido grandes problemas pese a las abundantes precipitaciones.

Marisco muerto
Las consecuencias de la ingente cantidad de lluvia que cayó en pocas horas también afectó a la flota de la ría de Muros-Noia. Embarcaciones amarradas en los puertos de O Freixo y Testal amanecieron anegadas, y algunas incluso acabaron yendo a pique a consecuencia del temporal.
Sin embargo, la principal preocupación del sector en este momento es el marisco. Por segunda vez esta semana, la presa del Tambre abrió sus compuertas, lo que ha supuesto un aporte extra de agua dulce a los bancos naturales que afectará al bivalvo. Habrá que esperar a ver hasta qué punto las riadas condicionan la producción, pero el patrón mayor de Noia, Santiago Cruz, no era demasiado optimista al respecto: «Están as comportas abertas e vai morrer moitísimo marisco. A ver estes días que pasa, ata dentro de tres días non se empezará a ver a mortandade, pero vaina haber».