Álvaro Baleato, ingeniero gallego de Red Bull: «Hai cambios que poden ser de milímetros»

Carlos Peralta
Carlos Peralta RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

El ingeniero tracense de Red Bull dio una charla a los alumnos del CIFP Coroso

24 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Álvaro Baleato (Trazo, 1991) cumplió un sueño que empezó a figurar en sus pensamientos tras finalizar el instituto. «Sempre quixen traballar de enxeñeiro na fórmula 1». Con esta afirmación comenzó su charla este adolescente que, más de diez años después, cumple su objetivo en Red Bull, la escudería del bicampeón mundial Max Verstappen. Más de 50 alumnos de formación profesional en Transporte e Mantemento de Vehículo del Centro Integrado de Formación Profesional de Coroso siguieron atentamente sus enseñanzas. «É un exemplo para os mozos de Galicia», le dijo el director del centro, Antonio Teira, casi al término de un turno de preguntas en el que alumnos y profesores exprimieron al máximo su experiencia.

Actualmente, tiene el cargo de ingeniero de análisis y dinámica del vehículo, en un departamento que sirve como nexo de unión con muchos otros. «Se queren saber se algo pode mellorar, deben pasar por nós», aseguró Baleato, que analiza en profundidad hasta el más mínimo detalle de los monoplazas de Verstappen y Sergio Pérez. Incluso aquellos que se escapan a simple vista: «Hai cambios que poden ser de milímetros ou décimas de grao e fan que o piloto poida pasar de estar contento a un vehículo que non se pode conducir». Entre esos matices diferenciales, la suspensión del monoplaza es fundamental. «Nun coche de fórmula 1 a suspensión ten variacións se o vehículo corre a 50 ou a 200 quilómetros por hora. Isto pódese controlar con amortiguadores, resortes ou outros mecanismos. Ter o coche á altura que queres en cada curva é clave», argumentó el ingeniero tracense.

Álvaro Baleato, perfectamente ataviado con una chaqueta de la escudería austríaca, mostró a los alumnos un documento único. Una de las gráficas que revelan miles de datos sobre los dos monoplazas del equipo tras un gran premio. Según apuntó, cada prueba trae una cosecha de más de un terabytes de datos.

MARCOS CREO

Un sinfín de datos

La gráfica, indescifrable para un ciudadano ajeno a la alta competición, arroja un sinfín de datos. El ejemplo que mostró el proyector del aula del CIFP Coroso correspondía a un clásico, el Gran Premio de Mónaco, con aportes sobre el trazo del acelerador, los perfiles de velocidades, el DRS, las revoluciones del motor, los ángulos del volante...

Y, con este arsenal de datos, el extenso equipo de ingenieros para «analizar e mellorar as prestacións do vehículo».

Y, ¿hacia dónde va la fórmula 1? Baleato responde que, además de la hibridación y la parte eléctrica, para adaptarse a la nueva normativa que entra en vigor en el 2026, otro de los aspectos en auge afectará de lleno a su cometido: «Non é humanamente posible analizar todos os datos. Os sistemas de intelixencia artificial axudarán no futuro».