Los jubilados de Cabo de Cruz, con fiesta en el cuerpo

Carlos Portolés
Carlos Portolés RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Más de 150 personas mayores acudieron a la esperada cita

06 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los jubilados de Cabo de Cruz se lo pasaron en grande compartiendo una jornada llena de risas amistosas y manjares. Los mayores hacen piña y demuestran una y otra vez que saben divertirse y desmelenarse igual o mejor que cualquier joven de la comarca.

Fue una xuntanza en toda regla. Hasta 150 personas se dieron cita en la comida organizada por el Club de Jubilados de Cabo de Cruz. Cualquier excusa es buena para compartir, festejar y sacar las mejores galas. Las señoras lucieron sus joyas brillantes y los señores sus impolutas camisas. Hubo brindis, baile y hasta discursos. El restaurante elegido para el alegre convite fue el Chicolino. No fue sorpresa para nadie la excelente calidad de la comida, pareja en abundancia para que nadie saliera de aquel día con siquiera una pizca de hambre.

Brindis y recuerdos

Pero antes del banquete, los jubilados acudieron al santuario de la Virgen del Carmen, a una emotiva misa oficiada por el párroco Marcelino Barros, que se mostró muy contento por el resultado de la fiesta: «Me gustó mucho ver a tantos jubilados participar. Aprovechamos la misa para pedir por todos los que estábamos y por los que ya no están», narra el sacerdote.

También se cantó el himno a la Virgen del Carmen, la Salve marinera. Luego se animó aún más la cosa, y los asistentes se arrancaron a bailar hasta que anocheció, siguiendo los acordes de la orquesta. También tuvo ocasión el clérigo de hacer un pequeño discurso en el que deseó que todos los presentes «lleguen a los 100 años».

Sentados en mesas redondas de níveo mantel y con una sonrisa de oreja a oreja. La comida de los jubilados de Cabo de Cruz fue para muchos un día inolvidable. Una de esas cosas que la pandemia parecía haber arrebatado para siempre pero que, finalmente, están volviendo con más fuerza que nunca. Nada le quita a estos señores sus ganas de festejar y de celebrar con amigos, conocidos y compañeros. Estos jubilados tienen todavía mucha juerga encima.