María Miguéns, la nueva óptica de Noia

Carlos Portolés
Carlos Portolés RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Decenas de vecinos del municipio acudieron a la inauguración del nuevo negocio y disfrutaron de un piscolabis

19 nov 2022 . Actualizado a las 13:32 h.

Decenas de vecinos noieses quisieron acudir este lunes a la inauguración de la que ya es la nueva y flamante óptica del municipio, la María Miguéns. Fue todo un evento social. Una celebración de esas que, además, es una excusa para encontrarse con la gente y disfrutar de un rato agradable. Si, ahora que ha abierto sus puertas al público, el local consigue juntar a diario una cuarta parte de las personas que hicieron acto de presencia el día de la apertura, desde luego será un negocio exitoso.

Se ofreció un apetitoso piscolabis para los presentes. A la gallega, por supuesto. Pulpo y empanada coronaban las mesas. La gente sonreía y miraba a su alrededor, a las paredes llenas de lustrosos anteojos aún sin estrenar. Todo estaba decorado con los colores corporativos de la clínica, azul y blanco. Con globos flotantes y jarrones de flores impolutas.

Cuidar los ojos

Al acto acudieron varios niños. En deferencia hacia ellos, y a algún que otro padre goloso, se dispuso un bufé libre de chucherías y bombones, que reposaban estratégicamente en pequeños cuencos situados a la altura de los ojos de los infantes.

María Miguéns se paseaba orgullosa por la óptica con la que, a partir de ahora, compartirá nombre. Estuvo arropada en todo momento por amigos y familiares en el arranque de su nueva etapa. María, que es vecina de Noia de toda la vida, se mostró gratamente sorprendida: «la verdad es que ha venido más gente de la que nos esperábamos. Estamos todos muy contentos». El local está situado en la calle Calvario, y ha sido dotado de moderno equipamiento que, como los anteojos, posaban llenos de lustre y aún sin estrenar.

«Parece que esto es una óptica al uso, pero no es así. Ofrecemos muchos más servicios, como revisiones de la vista. Tanto para niños como para adultos», cuenta Miguéns. La fiesta, que comenzó en torno a las seis de la tarde, se prolongó hasta pasadas las diez de la noche. Sin miedo y con mucha determinación se embarca Miguéns en su nueva empresa. «Estoy muy ilusionada por el proyecto», admite. La culminación al trabajo de toda una vida. Aún es pronto para adivinar el destino final de su negocio. Pero, desde luego, la victoria moral ya es suya, pues pudo compartir aquella tarde tan especial con sus seres más queridos.