Los ERTE se desploman con solo cinco solicitudes, frente a las 285 del 2021

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Los datos apuntan a la recuperación de la actividad empresarial tras el covid, pero los expertos advierten de que las tornas podrían cambiar en los próximos meses

15 oct 2022 . Actualizado a las 20:00 h.

Con la irrupción del covid, el confinamiento y las restricciones a la movilidad, los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) se convirtieron en una tabla de salvación para muchas empresas de Barbanza, sobre todo, de pequeño tamaño, que vieron una salida para evitar despedir a sus trabajadores. Tras el primer envite de la pandemia, llegaron otras oleadas que obligaron a alargar las restricciones y, en consecuencia, también el tiempo de parón para muchos empleados. Sin embargo, los últimos datos facilitados por la Consellería de Promoción do Emprego e Igualdade apuntan a una normalización de la actividad económica. Al menos, eso es lo que evidencian las cifras de ERTE, que se desplomaron con estrépito este año al registrarse solamente cinco.

La cifra, de por sí llamativa, lo es mucho más si se compara con los expedientes que se solicitaron durante el año pasado. Fueron 285 en los 11 municipios del área barbanzana, con Ribeira y Boiro encabezando la clasificación con 45 y 42, respectivamente, y afectaron a un total de 633 trabajadores. Un panorama radicalmente distinto al del presente ejercicio, en el que, hasta finales de septiembre, se habían registrado únicamente cinco ERTE —en Boiro, Noia, Rianxo y Ribeira (dos)—, en los que se vieron involucrados un total de 11 empleados.

Los datos dan una idea de la dimensión que tuvo el covid, teniendo en cuenta que en los dos primeros meses de la pandemia, los más duros por el confinamiento prácticamente total de la población, eran más de 4.000 las personas vinculadas a expedientes de regulación temporal del empleo, y un millar las empresas acogidas a esta fórmula para evitar quebrar.

Distinta tipología

Además de los números, otra diferencia sustancial tiene que ver con el tipo de expedientes de regulación de empleo que se solicitan. En el 2021, una abrumadora mayoría, el 97,5 %, eran ERTE de fuerza mayor, es decir, derivados de la pérdida de actividad a consecuencia del covid, mientras que el 100 % de los contabilizados este año responden a causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.

Esto apunta a una recuperación de la actividad económica y empresarial en la comarca. «Nós entendemos que os ERTE tiveron un bum relacionado coa pandemia e, sobre todo, coas limitacións da actividade e da mobilidade, e agora están volvendo ao nivel habitual de antes do covid. Estase recuperando a actividade económica, e os expedientes que se solicitan teñen que ver con necesidades ou problemas puntuais que poden ter as empresas», explica Maica Bouza, secretaria de Emprego de Comisiones Obreras en Galicia.

Sector servicios

Apunta además a otro factor, y advierte de que las tornas podrían cambiar en los próximos meses: «Os datos corresponden a unha época de maior actividade estacional asociada ao verán, cun repunte no sector servizos. O groso dos ERTE déronse neste ámbito, de forma moi acusada na hostalería, non só polos peches derivados do covid, senón tamén polas limitacións de aforo, e estas cifras que estamos vendo agora, vindo do verán, son normais. Igual nos datos cara final de ano comezamos a ver outras dinámicas e se a actual situación económica e de incerteza se ve reflectida nas cifras de expedientes».

En este sentido, Maica Bouza señala que, así como en la pandemia el sector servicios fue el más afectado por los ERTE en Barbanza, ahora los efectos de la crisis pueden incidir en otros ámbitos: «Se temos problemas derivados da crise enerxética e do modelo de produción, o sector industrial pode ser máis vulnerable pola alza de prezos dos materiais, o custo da enerxía... E iso en segunda instancia, nunha comarca que depende tanto da industria coma esta, pode repercutir no comercio e a hostalería».