A Fervenza recuperó en siete días el agua que llenaría más de 5.000 piscinas olímpicas

Xoán Ramón Alvite Alvite
X. r. Alvite MAZARICOS / CORRESPONSAL

BARBANZA

ALVITE

Los manantiales de la comarca destinados al consumo aún presentan niveles preocupantemente bajos, a pesar de las precipitaciones de los últimos 15 días

16 sep 2022 . Actualizado a las 22:24 h.

Ha llovido más en los primeros 15 días de septiembre que durante el resto del verano. Bien es cierto que se ha tratado de jornadas aisladas con precipitaciones que, en cuando a su intensidad, han variado mucho de unas zonas a otras, pero que han alcanzado valores poco habituales para esta época del año y han servido para paliar, aunque de forma leve, la preocupante sequía que padecía la comarca.

De hecho, los registros de las diferentes estaciones que Meteogalicia tiene repartidas por la comarca evidencian lo significativas que han sido unas precipitaciones que oscilaron entre los 116 litros por metro cuadrado caídos en Corrubedo, en Ribeira, y los 200 contabilizados en el pluviómetro del monte Muralla, en Lousame, pasando por los 134 recogidos en Cespón (Boiro) o los 148 de Lira, en Carnota.

Estas lluvias también han permitido una ligera recuperación del nivel de los ríos y embalses existentes en la zona. Buena prueba de ello es el de A Fervenza, en territorio de Mazaricos, Dumbría y Zas que ha visto como su volumen de agua aumentaba, en apenas una semana, dos hectómetros cúbicos o, lo que viene siendo lo mismo 2.000 millones de litros de agua, suficientes para llenar más de 5.200 piscinas olímpicas. Justo la mitad creció el agua embalsada en el Barrié de la Maza que, con siete hectómetros cúbicos, se aproxima al valor medio de la última década.

En cuando a los ríos, el Xallas dobló su nivel medio pasando de los 40 centímetros que promediaba el viernes pasado a los 90 que registraba en la tarde de ayer en su tramo mazaricano. Las lluvias también se dejaban notar en su caudal medio que pasó de 3,5 metros cúbicos por segundo a los 15 actuales. Idéntica evolución experimentó el Tambre que aumentó en 20 centímetros su nivel en el área más próxima a su desembocadura en la enseñada que separa Outes de Noia y en 0,7 metros cúbicos el caudal medio en su recorrido por tierras de la comarca.

Traídas

Evidentemente, tal y como confirman diferentes usuarios de traídas de agua vecinales y responsables de abastecimientos municipales, las lluvias también han tenido un efecto positivo sobre las fuentes y manantiales que surten a los hogares barbanzanos. Con todo, también reconocen que debe llover mucho más para que la situación se normalice y desaparezca el fantasma de un posible desabastecimiento.

«As chuvias claro que axudaron a que os mananciais recuperasen, pero aínda están lonxe dos niveis que permitan saír da situación de alerta na que estivemos nos momentos máis difíciles do verán», apunta José Ponte, responsable del agua municipal en Mazaricos que reconoce que las lluvias también han propiciado un descenso de la demanda entre la población: «Evidentemente, con humidade e baixas temperaturas, o consumo diminúe e iso tamén axuda».