Los juzgados de Barbanza reciben una denuncia de violencia machista al día

M. Gómez / A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Fachada del juzgado de Ribeira
Fachada del juzgado de Ribeira CARMELA QUEIJEIRO

Los delitos aumentaron en el último año y se dictaron 25 órdenes de alejamiento

24 nov 2022 . Actualizado a las 17:42 h.

Hace unos días, tras la brutal agresión que llevó a una mujer de Carballo a la uci, expertos de distintos ámbitos mostraron su preocupación porque entre los jóvenes se está detectando un elevado nivel de tolerancia con respecto a la violencia de género. Lo cierto es que no faltan motivos para la inquietud, puesto que las cifras de denuncias y víctimas no dejan de crecer, también en Barbanza, donde a los juzgados llega de media un caso de malos tratos al día.

Eso dicen los datos hechos públicos hace unos días por el Consejo General del Poder Judicial, que cifra en un centenar las mujeres que denunciaron situaciones de violencia machista en los tres partidos judiciales de Barbanza. Ribeira es la sede en la que se contabilizaron mayor número de casos, 59 en total, mientras que por el juzgado de Noia pasaron 30 y por el de Muros, 8. Son 97 en total en apenas tres meses, tres víctimas más que las registradas el año pasado por las mismas fechas.

El aumento no es tan significativo como el que se registra en el conjunto de la comunidad —en Barbanza la subida es del 3,1 %, frente al 18,2 % de Galicia—, pero la cuestión es que, trimestre a trimestre, las estadísticas de víctimas de la violencia machista siguen engrosándose.

Lo que también ha aumentado es el porcentaje de denuncias presentadas directamente por las mujeres agredidas, y en lugares como Noia lo ha hecho, además, de forma significativa.

Otras vías

En el 2021, de los 31 casos que llegaron a la sede noiesa, solo siete lo hicieron después de que la víctima contactase con las fuerzas del orden para denunciar, mientras que más de la mitad (19 expedientes) se tramitaron a instancias de terceros. Este año, la situación ha variado, y de las 30 denuncias, en 17 (el 56,7 %) fueron las afectadas las que tomaron la iniciativa. Con todo, sigue siendo considerable el número de intervenciones directas de la policía, que suponen el 30 %; mientras que otra de las vías frecuentes para destapar casos de violencia machista son las alertas de familiares.

En cuanto a los tipos de delitos tramitados a través de los juzgados de Ribeira, Muros y Noia, la mayor parte se corresponden con distintas tipologías de lesiones y malos tratos, aunque también se procesó a 24 acusados por saltarse las medidas impuestas para proteger a las mujeres y a otros cinco por quebrantamiento de pena.

Órdenes de alejamiento

En relación con esto, en los tres primeros meses del año se decretaron 25 órdenes de alejamiento y otras tantas de prohibición de comunicarse con las víctimas, mientras que hubo un caso, en Ribeira, en el que se encarceló al acusado. Otras dos denuncias derivaron en una orden de salida del domicilio, y dos más en la suspensión de tenencia o uso de armas.

Esto, en lo que respecta al ámbito penal, puesto que los juzgados también dictaron medidas civiles para proteger a los hijos de las víctimas, según las modificaciones legales introducidas en la ley de protección integral a la infancia. Esto derivó en la suspensión del régimen de visitas para tres progenitores.

En lo que va de año, son ya 19 las víctimas mortales por violencia de género, por lo que se insiste en recordar a las mujeres que a su disposición el número gratuito 016, así como el correo 016-online@igualdad.gob.es y se presta atención mediante WhatsApp a través del número 600000016.

Marcos Creo

 «Mi objetivo es que los alumnos sean conscientes de las consecuencias de la violencia de género y familiar»

Con una dilatada experiencia como educadora social pese a su juventud, Alba Pérez lleva tiempo trabajando en las denominadas casas de familia, hogares tutelados en los que residen menores procedentes de familias desestructuradas. Lo hizo primero en Ribeira y en la actualidad desempeña esta labor en Vigo. Sin embargo, sus inquietudes la han llevado a desarrollar, en su tiempo libre, un proyecto educativo que pretende poner en marcha en los centros de enseñanza de Barbanza el próximo curso porque, manifiesta, «me gusta abordar la prevención en los colegios».

Ahora, Alba Pérez quiere dar el salto a establecerse por su cuenta y, para ello, dispone de los recursos materiales y humanos que proporciona el espacio colaborativo de A Pobra. Allí cuenta con el asesoramiento técnico de Fátima Rodríguez, con quien elaboró el estudio de viabilidad.

Previamente, contactó con los colegios para conocer su interés en la propuesta y asegura que «al preguntarles observé una gran receptividad por parte del profesorado. Eso me motivó a seguir». 

Primaria y secundaria

Su proyecto educativo está dirigido a estudiantes de primaria y secundaria: «Son dos sesiones por aula en las que mi objetivo es que los alumnos sean conscientes de las consecuencias de la violencia de género y familiar».

El método a seguir, detalla, sería mediante la participación: «De esta forma intento aportarles conocimientos. Que conozcan las características de los distintos tipos de violencia y qué alternativas existen frente a ello».

Alba Pérez comenta que se decantó por este ámbito de actuación «porque me gusta», al tiempo que relata que ya su proyecto de fin de máster trató sobre esta cuestión. Desde que inició su andadura laboral, esta educadora social pobrense siempre ha trabajado con menores y considera que la prevención es la mejor herramienta para atajar los casos de violencia: «Sigue haciendo mucha falta, especialmente en la fase educativa».

Ahora, el siguiente paso para que Alba Pérez pueda llevar a los colegios de Barbanza su proyecto es preciso contar con la financiación necesaria. También en este ámbito ha comenzado a dar pasos. Señala que ha mantenido contactos con diversos alcaldes y que han recibido con buenos ojos su propuesta.

Continúa manteniendo reuniones y confía en que las gestiones fructifiquen. En el futuro no descarta ampliar el proyecto para abordar a nivel educativo otros ámbitos de violencia.