Una segunda oportunidad para la maltratada perra Alma

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

El can que apareció encadenado y desnutrido en Xuño se recupera en la casa de la rianxeira Luciana Campaner

20 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Desgraciadamente, los casos de maltrato animal no cesan en Barbanza. Por fortuna, cada uno que sale a la luz tiene un gesto solidario como respuesta. En esta historia, el primer capítulo lo ha protagonizado Alma, una perra que fue hallada en Xuño (Porto do Son), encadenada y con evidentes síntomas de desnutrición. Y el segundo llega de la mano de Luciana Campaner, la rianxeira que le ha abierto las puertas de su casa para facilitar el proceso de recuperación.

Cuando vio la fotografía del animal en internet, después de que la Guardia Civil interviniera tras la denuncia de un particular, tuvo claro que tenía que tenderle la mano: «Me recordó a mi perra, una mastín que se llama Era. Me dio tanta pena que de inmediato le envié un mensaje a la protectora Callejeros y fui a por ella», explica. Y no solo se llevó a Alma, sino que se hizo cargo también de sus tres cachorros, que tenían entonces un par de semanas.

Luciana Campaner, que comparte con su pareja, Bruno Moares, el cuidado de los animales, apunta que la experiencia está resultando muy gratificante: «Ver como mejora día a día es tremendo. El lunes jugó por primera vez con mi perra y verla saltar, contenta, moviendo la cola, fue muy especial». Aunque ha pasado poco tiempo, la rianxeira explica que el cambio que ha experimentado Alma ha sido bestial: «No tiene nada que ver con la perra que llegó aquí, está perdiendo el miedo atroz que le tenía a los extraños, sobre todo a los hombres. Era escuchar la voz de un varón y ponerse a temblar. Cada avance que percibo en ella me alegra el día».

En busca de una familia

Además de tener a Alma con sus tres cachorros y a Era, Luciana y Bruno comparten casa con dos gatos propios y otros dos en acogida. «Por fortuna, tenemos una casa grande con huerta y disponemos de tiempo para dedicarles», explica ella. No duda al señalar que le gustaría quedarse para siempre con su invitada, porque «es superbuena», pero reconoce que ello le impediría seguir ayudando a otros animales que pase por una situación similar. Por eso, aspira a encontrarle un buen hogar: «Se lo merece».

Sabe que, cuando llegue el momento, será duro: «Sé que voy a llorar como una magdalena, pero también estoy concienciada de que esta historia tiene un final. Alma y sus cachorros están aquí de forma temporal, hasta que encuentren para ellos un hogar definitivo y es algo que tengo claro desde el principio».

Mientras el día de la despedida no llega, Luciana Campaner se esfuerza para que Alma tenga una segunda oportunidad y olvide la situación de maltrato que sufrió en el pasado. Explica que atenderla no resulta complicado, pero sí requiere tiempo: «A la perra la sacamos a pasear varias veces al día, mientras que con los cachorros hay que estar limpiando continuamente. Un animal en estas condiciones requiere mucha paciencia, pero a mi no me importante, porque es un esfuerzo que me resulta muy gratificante».

«Animo a la gente a que acoja, solo hay que echarle ganas»

Tan contenta está Luciana Campaner de haberse brindado a acoger a Alma, que asegura que repetiría la experiencia sin dudarlo e incluso añade que, cuando esta perra encuentre un hogar, es más que probable que abra las puertas de su casa a otro animal que lo necesite. Lanza un mensaje al resto de los barbanzanos: «Animo a la gente a que acoja, solo hay que echarle ganas».

En este sentido, la rianxeira comenta que es importante asumir que, pese a ser una experiencia enriquecedora, tiene sus contras: «Requiere dedicación y ganas, porque no se trata de cuidar a un perro durante cuatro días. Alma puede estar en mi casa un mes o un año, dependen del tiempo que se tarde en encontrarle un hogar y eso hay que tenerlo claro desde el principio».

Encontrar a alguien que quiera asumir, de forma definitiva, el cuidado de la perra y de sus cachorros es ahora el anhelo de Luciana y también de la protectora Callejeros.