Rosa Crujeiras: La matemática al frente de 94 investigadores

Carlos Peralta
CARLOS PERALTA RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

PACO RODRÍGUEZ

Natural de Artes, lidera un centro de investigación en el que se coordinan las tres universidades gallegas

01 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay personas que, inevitablemente, te marcan de por vida. Francisco Sóñora tuvo que debutar en la docencia en la parroquia de Artes. Era finales de los años ochenta e impartía clases de ciencias naturales y de matemáticas, una materia en la que, rápidamente, se dio cuenta de que una de sus alumnas, la intrépida Rosa Crujeiras, tenía potencial.

Sóñora le retaba tras cada lección. Cada día, aumentaba ligeramente la dificultad de los ejercicios que le planteaba. Rosa aceptaba los desafíos y se esforzaba en resolverlos con destreza. Con apenas diez años, comenzó así su idilio con las matemáticas. «O colexio era moi motivador. Crieime nunha aldea e un libro era unha porta ao mundo», recuerda Rosa, desde Santiago de Compostela.

Hoy, esa alumna con curiosidad infinita, criada en el seno de una familia marinera, es la directora del Centro de Investigación e Tecnoloxía Matemática de Galicia (CITMaga). Una organización de reciente creación, que cuenta con 94 investigadores, con la que esperan potenciar «todas as capacidades de transferencia de coñecementos entre as tres universidades galegas». Una nueva etapa en su carrera profesional en la que dirige un centro con múltiples frentes abiertos. Desde el abordaje de grandes retos de la sociedad, como el desarrollo sostenible, hasta mejorar la competitividad industrial en diversas áreas como las humanidades, la economía o la medicina.

«En todas elas son precisas as matemáticas», afirma Crujeiras, consciente del valor del CITMaga como «nexo entre disciplinas». Más todavía, en los tiempos que corren, con el big data en auge. «Medimos todo e cuantificamos todo», sentencia Crujeiras, que añade que «a estatística está máis de moda, é máis necesaria para formalizar teorías noutros ámbitos». Su carrera como profesora universitaria es la viva prueba de ello. Rosa Crujeiras imparte clases en las facultades de Matemáticas, Bioloxía, Filoloxía, Enfermaría y la Escola Técnica Superior de Enxeñería. Toda una amalgama de aulas que demuestra la versatilidad y el valor de la estadística, su especialidad. «Para poder chegar a outras áreas, temos que coñecer o que teñen entre mans», explica la profesora de la USC. Una inmersión constante en otras ciencias que, durante años, le ha servido para aumentar sus conocimientos, tal como hacía de niña en Artes. «Ser capaz de coller o que ti sabes e que a outra persoa lle sirva é moi satisfactorio», apunta.

Graduada en el 2001, recuerda cifras equitativas de hombres y mujeres en su promoción. A lo largo de su carrera en el centro universitario santiagués, ha vivido desde una «baixada terrible» del número de matrículas de mujeres a una progresiva recuperación, después de que la facultad de Matemáticas tomara cartas en el asunto. «Un curso entraron 50 estudantes e viñamos de anos con máis de 200», dice del momento álgido del descenso de alumnas. Actualmente, con las cifras más igualadas, hace hincapié en que los porcentajes menguan en su carrera, la académica. «No persoal vinculado, somos un 40 %, pero en formación só o 20 %, non xeramos esa reposición e estamos a perder mulleres polo camiño», lamenta.

Dificultades para las mujeres

La docente ribeirense desgrana varios aspectos para incentivar la presencia femenina en las carreras científicas del ámbito de las matemáticas. «Hai que fomentar a vocación, a maioría de referentes científicos son homes», apunta. La conciliación familiar es otro factor clave y que Rosa conoce bien.

«O problema que temos é que despois, a carreira investigadora presenta moitos máis obstáculos que para os homes, a maternidade penalízanos», analiza la docente barbanzana. Madre de dos hijos, de cinco y tres años, habla desde la experiencia propia: «Ás mulleres requíresenos moito máis que aos homes, hai momentos nos que somos totalmente insubstituíbles». Y, en esos meses de ausencia, explica que es duro ver pasar «proxectos que non esperan».

Rosa Crujeiras se plantea como meta conseguir que CITMaga se convierta en un referente del entorno matemático en Galicia y que los colaboradores del centro cuentan con proyección de futuro y desarrollen su potencial. Todo ello, sumado al reto de «organizarse mellor para estar cos nenos».