El tráfico de la autovía de Barbanza recupera niveles prepandemia y se acerca a su récord

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Las cifras de vehículos pesados en la autovía confirman la reactivación de la economía

15 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace un año por estas fechas, los titulares hablaban de que el tránsito por la autovía de Barbanza había caído a mínimos históricos a causa de la pandemia de covid-19, que conllevó confinamientos y restricciones a la movilidad entre municipios. La cuestión no es menor puesto que la AG-11 puede ser un buen termómetro para testar la salud del tejido productivo de la comarca, primero por la importancia que tiene la industria, cuya vitalidad puede medirse analizando el tráfico pesado que circula por la infraestructura; y segundo, por el peso del turismo, que se refleja en la cantidad de vehículos que transitan por la arteria viaria en los meses de verano. Teniendo esto en cuenta puede concluirse que la actividad económica en el territorio barbanzano ha recobrado el pulso, hasta el punto de que el tránsito por su principal vía de comunicación ha recuperado los niveles prepandemia, con datos que se aproximan a su récord.

Fue en el año 2019 cuando la AG-11 registró el mayor volumen de vehículos de su historia, 13.733 coches diarios de media a lo largo de sus 40 kilómetros de recorrido. La cifra del pasado ejercicio adelantada por la Consellería de Infraestruturas no alcanza ese récord, pero se acerca bastante al contabilizarse una IMD (intensidad media diaria) de 13.167 vehículos, una de las más elevadas desde la puesta en servicio de la autovía en diciembre del 2008.

El dato contrasta vivamente con el alcanzado en el 2020, cuando la pandemia redujo a mínimos el tránsito por la arteria barbanzana. No en vano, el volumen de tráfico en el 2021 se incrementó casi un 17 % con respecto al ejercicio anterior (se contabilizaron 1.906 vehículos más cada día), y eso que el año arrancó marcado también por las restricciones a la movilidad.

Mal inicio

Ahora que parece que se atisba el fin de la pandemia tal y como la conocíamos, con la enfermedad más o menos controlada, la población inmunizada y a las puertas de que se retire la obligación de usar mascarilla en interiores, las restricciones se ven como algo lejano, pero entre enero y marzo del 2021 estuvieron vigentes los cierres perimetrales en Barbanza, de manera que estaban prohibidos los desplazamientos de unos municipios a otros. Esto propició que el tránsito se desplomase en esos meses, especialmente en enero, cuando se registró la cifra más baja con una IMD de apenas 7.917 vehículos.

Este número es inusualmente bajo, y resulta más llamativo todavía si se pone en relación con el mes que registra mayor movilidad, agosto, cuando el volumen de tráfico se disparó hasta los 18.109 coches diarios. Este dato confirma que, pese a todo, el turismo sigue siendo una de las grandes bazas de la economía de la comarca y Barbanza, un destino de playa muy socorrido por visitantes de fuera de la comunidad y por residentes de otros puntos de Galicia. De hecho, en ese mes se registró el mayor pico de desplazamientos del año con 23.807 (mayor incluso que en el 2019) en el tramo entre los enlaces de Taragoña y Boiro.

Este trecho es el que tiene la mayor IMD anual, con 17.033 vehículos al día, frente al tramo que discurre entre la salida de Palmeira y el final de la autovía en Xarás, que no alcanza los diez mil (9.600 por jornada).

Camiones

En cuanto a la recuperación de la actividad económica vinculada a la industria conservera y el sector del mar, se evidencia en el repunte del tráfico pesado a lo largo de todo el trazado. El paso de camiones de gran tonelaje supuso el 6,9 % del tránsito total, casi un punto por encima del dato del 2019.

En las estaciones de medición más próximas a los polígonos industriales de la zona y los puertos de A Pobra y Ribeira, el porcentaje del tráfico pesado supuso en algunos puntos el 7,8 %.