La comarca tiene 36.182 afiliados a la Seguridad Social, frente a 35.994 pensionistas
15 feb 2022 . Actualizado a las 14:59 h.La comarca se hace vieja a pasos agigantados. Es la consecuencia directa de un escenario demográfico caracterizado por un mayor número de defunciones que de nacimientos y por un flujo de salida de personas —en su mayoría jóvenes— que supera en mucho al de los que llegan.
La conjunción de estos fenómenos, habituales en buena parte de la Galicia interior, se traduce en que el área barbanzana cuenta, a día de hoy, con 8.500 habitantes menos que hace una década. También en que el grupo de los mayores de 70 años —17.441 barbanzanos— ya supera, por primera vez en la historia, al de aquellos que no alcanzan la veintena, que se quedan en tan solo 17.330 personas.
Bien es cierto que esta situación varía de forma sustancial entre unos y otros territorios. Así, mientras Boiro y Ribeira siguen contando con las poblaciones más jóvenes de toda la comarca, las pirámides de habitantes de Carnota y Mazaricos están totalmente invertidas. De hecho, en ambos municipios, por cada vecino que no alcanza la veintena, tres ya superan los 70. No mucho mejor se presentan las cosas en Lousame y Outes, donde los mayores de 70 duplican a los menores de 20.
Malas previsiones
En el resto de territorios, ambos colectivos están bastante parejos aunque, de cumplirse las previsiones a medio plazo elaboradas por el Instituto Galego de Estatística (IGE), la evolución no será buena y ya en el 2034, únicamente los dos municipios más poblados de la zona lograrán mantener las buenas cifras que registran en la actualidad.
Esta nueva realidad presenta importantes condicionantes socieconómicos derivados tanto de la caída del número de cotizantes como del importante incremento del gasto social, bien por el aumento del dinero que debe destinarse a pensiones como de sufragar los recursos necesarios para dar cobertura a la situación de dependencia de una parte creciente de la población.
Un escenario que, de hecho, ya está apunto de darse en el área barbanzana tal y como señalan las últimas cifras oficiales. Tanto es así que, con referencia a junio del pasado año, la comarca registraba un total de 35.994 pensionistas, mientras que el número de afiliados a la Seguridad Social se situaba en apenas 36.182 personas.
También estas cifras, atendiendo a las proyecciones de población realizadas por el IGE de manera periódica, tendrán una línea negativa durante los próximos años, haciendo todavía menos sostenible el actual sistema de protección social.
Los ayuntamientos incrementan las partidas dedicadas a Servizos Sociais
El envejecimiento de la población tiene su reflejo en las partidas de Servizos Sociais de los ayuntamientos, que se han incrementado de forma notable en los últimos ejercicios. La de Ribeira aumentó un 18 % y en el caso de Mazaricos lo hizo un 20 %. En este último municipio, el importe destinado a la ayuda a domicilio prácticamente se ha duplicado. En el caso de Porto do Son, que aprobó sus presupuestos el pasado mes, el gasto social se incrementó en 486.000 euros. Por su parte, Boiro lo aumentó en 600.000. Parte de los fondos se destinan a cubrir necesidades de los mayores.
Equilibrio
Es necesario un equilibrio poblacional que en este momento no está dándose, lo cual es motivo de preocupación. La edad a la que se tienen los hijos tarda en llegar, cada vez más y, al mismo tiempo, muchas parejas deciden no tenerlos. Deben activarse políticas de impulso a la maternidad reales y efectivas, más allá de unos regalos de bienvenida para el bebé. Otro escollo que habría que superar es el de las áreas rurales, que se ven penalizadas con una falta de servicios que lo único que hace es propiciar que los jóvenes busquen otros lugares en los que establecerse. Es preciso un plan que favorezca de forma efectiva la natalidad.
