La inflación dispara los precios y ataca a los bolsillos de los barbanzanos

mireia García RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

El café y el pan suben un 10 %, los electrodomésticos incrementan más de un 5 % sus costes y las peluquerías encarecen determinados servicios

12 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La inflación dispara los precios en todos los sectores. Primero fue la luz, ahora sálvese quien pueda. En muchos locales hosteleros de Barbanza cobran el café diez céntimos más caro: «Incrementamos un 10 % el precio de las bebidas porque subieron la leche, el café y la luz, pero también la cuota de autónomos que tenemos que pagar cada mes», afirma Santi Pascual, encargado del restaurante noiés Tasca Típica.

Por su parte, el hostelero ribeirense Tucho Lijó manifiesta: «Fai uns seis ou sete anos que o café non subía de prezo, pero se non o elevamos teríamos a obriga de pechar porque a situación é imposible de manter con custes tan elevados».

El sector coincide en afirmar que no obtiene beneficios; a pesar de cobrar más caro el café y los refrescos: «Cubrimos la totalidad de los gastos y mantenemos a flote el negocio, pero no contamos con recompensa económica». Después del confinamiento y las restricciones, los empresarios no levantan cabeza.

Esta situación no afecta solo a cafeterías y restaurantes, también se hace notar en bienes de primera necesidad como el pan: «Tivemos que elevar o importe un 10 %, porque a fariña volve subir a finais de mes», asegura Manuel Ourille, dueño de la panadería Ourille.

Las ayudas económicas llegaron, pero son insuficientes para hacer frente al encarecimiento de los productos «a xente mira polo seu peto, se pode mercar unha barra de pan máis barata no supermercado non a merca na panadería».

Otros Sectores

Además de productos tan necesarios como el pan, también se encarecen aquellos ligados a la estética. Algunas peluquerías elevaron los precios después del confinamiento: «La situación ya era complicada, pero ahora no puedo volver a subirlos sino la gente no vendría», afirma Paula Alonso, encargada de la peluquería Rulos.

Pero, no todas se encuentran en la misma situación; otras se ven obligadas a elevar las tarofas de algunos productos o determinados servicios, «como teñir o dar un baño de color, porque los proveedores elevaron el importe de los mismos», manifiesta la peluquera ribeirense, Alba Ventoso. El sector preocupa por cubrir los gastos y llegar a fin de mes.

Los pequeños y grandes electrodomésticos no se salvan de la inflación: «El precio se incrementó entre un 5 % y un 10 % este mes, pero el verdadero problema lo tenemos con los productos de los que no tenemos stock», asegura Carolina Sampedro, encargada de Electrodomésticos Sampedro. Explica que «todo lo que hay en tienda mantiene el precio, pero si el cliente demanda algún producto sin existencias tengo que advertirle de que se aplica el incremento».

Esta situación está obligando al sector a tomar medidas como «no cobrar los gastos de envío al cliente, aunque haya pérdidas durante este mes, pero más vale mantenerlo que perderlo».

El sector textil, menos afectado, cuenta con recibir «la colección de la nueva temporada con un precio de venta más elevado, pero sin exagerar», dice Álvaro Muñiz, encargado de La Urbana. El parón en las fábricas de China elevó los costes de la materia prima.

Los establecimientos hacen balance: «De cara á tempada de verán podemos cubrir gastos e obter beneficios, pero hai que ver como chegamos», subraya el hostelero ribeirense José Luís Fernández del Faro de Sálvora.

La mayoría de los establecimientos de Barbanza incrementaron el precio de sus productos entre un 10 % y un 15 %; los vecinos entienden la situación, pero ven como el bolsillo empieza a tambalear y se muestran precavidos en el gasto.