Daniel Gestoso: «Cando en Noiteboa me tiven que illar caeume o mundo enriba»

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

cedida

El boirense tomará las uvas estando en cuarentena, aunque según el nuevo protocolo ya podría hacer hoy vida normal

31 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque esta sexta ola del covid está barriendo Barbanza como si de un huracán se tratara y todos saben que pueden caer contagiados en cualquier momento, la noticia del positivo, sobre todo en estas fechas festivas, suele ser sinónimo de disgusto. Le pasó a Daniel Gestoso (Boiro, 1982), que lleva diagnosticado de coronavirus y, por lo tanto encerrado, desde el pasado día 24. Y eso que él casi lo esperaba, puesto que había sido contacto de un positivo y tenía todos los síntomas.

Al tercer día de haber coincidido en una cena con un amigo que luego supo que estaba contagiado, empezó con picor de garganta, tos y un malestar que, según relata, le comenzó de forma repentina. Tres días después se realizó un autotest, que arrojó un resultado negativo, pero al cuarto optó por llamar al teléfono del covid. Le hicieron un test de antígenos en el centro de salud, que confirmó sus sospechas. Ese día, 24 de diciembre, inició su cuarentena: «Cando en Noiteboa me dixeron que me tiña que illar caeume o mundo enriba, sobre todo por meu pai e meu irmán, pois xa tiñamos todo planificado para cear xuntos».

Por aquel entonces todavía era necesario confirmar el positivo por test de antígenos con una PCR y el boirense fue citado para el autocovid del hospital comarcal. Aquellos días fueron muchos los que se hicieron esta prueba, tantos que el sistema se colapsó y hubo quien tardó varias jornadas en recibir el resultado. En el caso de Gestoso, la confirmación nunca le llegó: «Menos mal que tiña unha cita telefónica concertada co meu médico de cabeceira por outra cuestión e aproveitei para preguntarlle. Ratificoume o positivo».

Muchas muestras de cariño

Asegura que los primeros días de la cuarentena fueron llevaderos, pero desde el quinto, cuando su estado de salud mejoró notablemente, la situación se complicó. Tira de las nuevas tecnologías, sobre todo teléfono móvil y Netflix, para entretenerse. Reconoce que se ha quedado sorprendido con la cantidad de mensajes de ánimo recibidos e incluso con los ofrecimientos de ayuda: «Ata algúns viñeron ata aquí para saudarme desde a fiestra». Aplaude el servicio puesto en marcha por el grupo municipal de emergencias, que se brinda a recoger la basura en las puertas de los hogares donde residen los confinados.

Dani Gestoso pasará encerrado la última noche del año, aunque si se le aplicara el nuevo protocolo sanitario, que fija las cuarentenas en siete días, ya hoy podría hacer vida normal: «Dame rabia, porque podería cear coa familia, pero por outra parte penso que agora, por tres días que me quedan, tampouco pasa nada. Hai que ver o lado positivo».

«Penso que é por estar encerrado, pero téñolle máis medo ao covid»

En la recta final de su cuarentena, Daniel Gestoso se muestra optimista. Eso sí, está deseoso de volver a pisar la calle. Lo hará el viernes y ya tiene claro el plan: «Irei visitar á familia». Lejos de abandonar el encierro con la tranquilidad que podría conceder el hecho de haber superado el coronavirus y con síntomas relativamente leves, el boirense asegura que en estos momentos siente más miedo que antes de haber contraído la enfermedad: «Penso que é por estar encerrado, pero téñolle máis medo ao covid. A miña idea é evitar a partir de agora lugares con moita xente e non despistarme á hora de cumprir as medidas».

La cocina es otro de los entretenimientos que Dani Gestoso ha encontrado para sobrellevar de la mejor manera posible el confinamiento. De hecho, hace ya días que planificó el menú que se zampará para despedir el 2021: pulpo, langostinos, entrantes de embutido, croquetas de langostinos con rape, carne en rollo, turrón, polvorones y las consabidas uvas de la suerte.