Ocres y naranjas pintan el otoño en Barbanza

m. c. RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Siete parajes al aire libre para recorrer y disfrutar del paisaje y otros elementos que lo realzan

12 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El otoño trae consigo mucha lluvia y viento, pero deja interesantes estampas en Barbanza para disfrutar de paisajes multicolores, tonos que imprimen el follaje y la humedad. A continuación se detallan siete propuestas para disfrutar al aire libre.

Lousame

San Mamede. El parque de San Mamede, en Lousame, es una de las postales más atractivas para observar el paso de las estaciones en Barbanza. Una tarde otoñal para no olvidar en este espacio incluye paseos entre los árboles y manantiales naturales mientras los ocres y naranjas se funden y contrastan con el verde de los pinares.

Ribeira

Dolmen de Axeitos. Una de las mejores sensaciones a la hora de visitar lugares históricos es imaginar a las numerosas personas que estuvieron ahí antes que nosotros. Por eso, deambular por el Dolmen de Axeitos durante los últimos compases del otoño es la oportunidad perfecta para reflexionar sobre nuestro pasado, con la melancólica actitud que nos invade en diciembre.

A Pobra

Carballeira escondida. Uno de los árboles por excelencia en Galicia, el carballo, tiene su santuario en A Pobra. Situado en la parte posterior del CEIP Salustiano Rey Eiras y la piscina municipal, esta carballeira es uno de los secretos mejor escondidos de la villa. La frondosidad de los carballos llega a tapar casi todo el cielo, convirtiéndose en paraguas natural si empieza a llover durante un paseo por el lugar.

Rianxo

Campo Maneiro. En la parroquia de Taragoña, en Rianxo, Campo Maneiro siempre ha sido un lugar de reunión y celebración donde se montaban las orquestas y verbenas para las festividades locales. Aunque no es el tiempo de estas celebraciones, sí se puede disfrutar del parque con niños y mascotas, y aprovechar el columpio del merendero.

Boiro

Ruta de los molinos de Ponte Goiáns. Quienes deseen disfrutar de una estampa de otoño inigualable, en Boiro tienen la posibilidad de realizar una ruta llena de polos de atracción. Recorriendo el paseo de la playa de Barraña y enlazando con el del río Coroño se alcanza una senda de madera que conecta con un camino fluvial que lleva a los molinos de Ponte Goiáns. Muy cerca está la restaurada Torre rodeada de una extraordinaria finca.

Porto do Son

Ornanda. Saliendo de la playa de Ornanda en el municipio sonense, se puede encontrar un riachuelo, cuya senda está plagada de pequeños misterios. Los ríos en esta época del año son escenarios perfectos para observar la fusión entre las distintas fuerzas de la naturaleza y este no es una excepción. En el paseo, los caminantes pueden ver antiguos molinos y puentes en ruina. Agua y tierra, sin embargo, pueden ser una combinación peligrosa durante estos meses del año, por lo que es necesario tener cuidado al recorrer esta zona para no resbalarse.

Noia

Rego das Cunchas. En la parroquia de Santa María de Roo, en Noia, discurre un regato que desemboca en el río Tambre. Por el camino hay una variedad de especies autóctonas del área, como nogales, sauces y acebos, que forman un paisaje casi salvaje y descontaminado de especies invasoras como el eucalipto. En esta época del año la fauna típica, como los lagartos o las salamandras, es algo tímida, pero los animalistas podrán encontrar aves e insectos.