El nuevo bum de la noche barbanzana relanza la reapertura de negocios

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

La discoteca BBT de Outes abrió sus puertas el pasado fin de semana.
La discoteca BBT de Outes abrió sus puertas el pasado fin de semana. MARCOS CREO

Boiro, Noia, Outes y Rianxo cuentan con renovados locales de ocio nocturno

01 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Quizá no se lo esperaba nadie, pero una de las reacciones a los casi dos años transcurridos desde la pandemia que ha agitado la vida en todo el planeta está siendo la reactivación del ocio nocturno. Las restricciones de hace unos pocos meses han dado paso a un nuevo bum de la noche, algo que en Barbanza se traduce en la reapertura de locales que, en muchos casos, llevaban años cerrados. Y esto, a pesar de la amenaza de una nueva ola de contagios y de las restricciones que suelen llevar aparejados los repuntes en los casos de covid. Las ganas de retomar la vida social tras los duros meses en los que el contacto con no convivientes estaba limitado y la hostelería cerrada, el acortamiento de horarios en bares y restaurantes y la escasa oferta de negocios para las horas de la madrugada son las explicaciones que encuentra el sector a este fenómeno.

Boiro, quizá por tradición, está recuperando su posición como epicentro de la movida barbanzana. La localidad cuenta con la cifra más elevada de licencias de ocio y eso facilita el resurgir de la actividad nocturna, de manera que, a los locales que reabrieron sus puertas en las últimas semanas, se sumará en breve alguno más que está reformándose, algo que hosteleros como Suso Santamaría consideran «necesario» ante el aumento de la clientela: «Houbo unha explosión tralo covid e non hai locais, varreunos todos a pandemia. Oxalá abriran máis, pero é complicado, é mal momento para facer o investimento que necesita un local que leva tempo pechado cando non sabes se vai funcionar».

Reconoce no encontrar explicar al creciente resurgir de la movida: «Antes do covid xa estabamos aquí e non había tanta xente». Pero otros profesionales del sector creen que la causa está, precisamente, en la pandemia. Domingo Lago acaba de inaugurar una discoteca en Outes, BBT: «Estivemos moito tempo pechados e a xente ten ganas de saír e airearse».

Establecimientos cerrados

Lago asegura que el primer fin de semana en funcionamiento fue «unha locura», por la afluencia de clientela y porque no todo el mundo cumple las normas como debiera: «É moi difícil controlar todo, e o que pasa é que agora hai moito local pechado, a xente ten medo a abrir». Con todo, está satisfecho del paso que ha dado para cubrir una demanda creciente: «Non había a onde ir, vas de cea e ao saír está todo pechado, non hai marxe de manobra».

Este argumento lo utiliza también Tonecho, que ultima la apertura de un pub en Rianxo, otra de las localidades en las que el ocio nocturno está recuperando espacios. En la villa rianxeira quedan pocos negocios con licencia para abrir durante la madrugada, por lo que decidió apostar por un pequeño local en Tanxil: «Hai un perfil de xente que quere quedar no pobo, non lle apetece moverse a outros sitios, pero ao final acaba marchando porque aquí non hai nada. A mocidade que tiñamos no verán marchou toda para Boiro porque alí hai locais que abren ata máis tarde».

Hace seis años que regenta un bar en la villa y reconoce que los hábitos de la clientela han cambiado con el covid. Aun así, cree que «a xente quere saír, recuperar a vida anterior, polo menos as fins de semana». Sobre el futuro, se muestra optimista: «O que demostrou a pandemia é que a xente quere quedar no pobo se ten alternativa e non ter que coller o coche, e creo que dous anos de ocio nocturno ímolos ter».

Ribeira es otro de los ayuntamientos en los que, aunque a cuentagotas, se está retomando el ocio nocturno y en las últimas semanas cuenta con un nuevo establecimiento, mientras que también en Noia se percibe una reactivación de la movida, que va acompañada de la puesta en funcionamiento de nuevos negocios que favorecen una mayor afluencia de público llegado incluso de otros municipios, y especialmente entre los más jóvenes.

Esta creciente actividad no está exenta de algunos inconvenientes, asociados principalmente a los botellones, como explicaba el alcalde noiés, si bien, salvo problemas de vandalismo puntuales, no se registran grandes problemas y el regidor confía en que siga siendo así: «Dende o Concello procuramos facer un labor de concienciación para que se cumpran as normas dentro dos establecementos».