Luz Angélica García: la ribeirense que halló en la pintura la mejor terapia contra el cáncer

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Lleva cinco tumores desde el 2010 y esta semana inaugurará su primera exposición

24 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace más de una década que Luz Angélica García Mariño (Ribeira, 1954) emprendió su batalla particular contra el cáncer. Desde entonces, se ha enfrentado a cinco tumores y lo ha hecho, como ella reconoce, usando como arma principal las ganas de vivir. Pero, últimamente, cuenta con una motivación extra: la pintura. Probó en un curso de dibujo promovido por el Ayuntamiento y tanto le enganchó que, siempre y cuando su cuerpo se lo permite, es capaz de pasarse horas con el pincel en la mano. Esta semana estrenará oficialmente su nueva faceta de artista, inaugurando una exposición en la casa de cultura ribeirense.

Si bien es cierto que recibió el empujón en ese taller de dibujo, casi puede decirse que Luz García es autodidacta, porque las temporadas en el hospital o a tratamiento en casa le impidieron asistir a clases con regularidad: «Era algo que debía ter eu dentro, porque o día que empecei xa conseguín facer un barco e saíume bastante ben. Por culpa da enfermidade, o primeiro ano só puiden asistir un mes ao curso e ao seguinte, outro; pero seguía pintando na casa e enviáballe as fotos ao profesor para que me fose guiando».

Y luego llegó el covid y Luz García recurrió a la pintura para llevar mejor un encierro que en su caso fue más largo, puesto que aún hoy evita los lugares concurridos: «Primeiro buscaba en Internet e trataba de reproducir as imaxes, pero despois xa empecei a traballar a partir de fotos, sobre todo de paisaxes de Castiñeiras e Aguiño». A nivel técnico, empezó con el acrílico y luego probó la acuarela, aunque ahora tiene en mente dar el siguiente paso: «Quero empezar co óleo, porque me dixeron que é moi bonito».

Potentes armas

Relax y evasión son los fines que la ribeirense persigue cada vez que coge el pincel en la mano: «Pintar axúdame a esquecerme da enfermidade, porque polos meus problemas teño que pasar moitos días encerrada na casa. Quen me dera ter descuberto antes esta afección». Reconoce, eso sí, que en una batalla de la envergadura de la que a ella le ha tocado lidiar, todas las armas son pocas: «Tes que animarte moito, non te podes render, hai que tirar para adiante».

Ella, pese a los obstáculos que ha tenido que ir superando desde que le diagnosticaron el primero tumor, en el 2010, nunca ha pensado en tirar la toalla: «Sei que se me rindo, adeus, por iso sigo loitando». Su familia le da las alas que la ayudan a levantarse cada día y en la pintura ha encontrado una forma de ir marcándose pequeños retos: «Estou sempre pensando en que vai ser o seguinte que plasme nun lenzo e así motívome».

Los retratos constituyeron la primera de sus metas y hasta se atrevió con uno del artista Manuel Ayaso: «Saíume cravadiño». Pero luego dio el paso hacia los paisajes: «Ao principio non era capaz, pero seguín tentándoo ata que o conseguín». Ahora constituyen el epicentro de su obra, sobre todo aquellos que tienen el mar como elemento principal: «O meu preferido é un cadro que teño do Carreiro».

Como pinta con el propósito principal de entretenerse, Luz García no esperaba la llamada que recibió hace unas semanas, cuando le propusieron exponer una colección de cuadros en la casa consistorial de Ribeira: «Púxenme moi nerviosa, pero recoñezo que me encantou a idea». Tener la oportunidad de mostrarle al público sus trabajos y motivar a otras personas que lo necesiten a que busquen en el arte una vía de escape son los objetivos que la guiaron mientras preparaba las obras que exhibirá, unas sesenta. Cada una de ellas simboliza un pasito en la dura batalla que lidia a diario esta ribeirense.

Luz García Mariño exhibirá una colección de cuadros en la casa consistorial de Ribeira. El acto de inauguración de la muestra ha sido fijado para las 13.00 horas de mañana.