Soy cinturón negro en cagarla y me duele no haber sido yo Manel Monteagudo, el poeta que se «inventó» que estuvo 35 años en coma, su historia es pura mística literaria. Los escritores decimos menos verdades que los políticos. Mentimos para promocionarnos, mentimos para refugiarnos de la verdad. Lanzamos mentiras que son parte de la vida que estamos viviendo, y que acaban siendo, por tanto, parte de la verdad.
Manel Monteagudo es la creación artística de José Manuel Blanco (el verdadero nombre de Manel). Así como Gregor Samsa se dormía un día y se despertaba siendo una cucaracha. Un joven Manel se dormía un día y se despertaba siendo un anciano poeta. Gregor fue la obra de Kafka, Manel es la obra de Jose Manuel. Y así hay que interpretarla. José Manuel no estuvo en coma, Manel sí. Ahí debió de acabar todo. No creo que José Manuel tuviera que dar más explicaciones sobre su obra a nadie, él contiene un poeta comatoso durmiendo en su interior. Perfecto. Cervantes tenía al Quijote.
Un consejo, Manel, de un profesional del fracaso literario: no expliques nada. Las explicaciones, al juez. Y a la pareja. Poco más. Un artista no puede exhibir el fuego de su obra sin chamuscar algunas cejas ajenas. No te defiendas. Quieren que te disculpes, que te humilles. Bah, que digan lo que quieran, que eres golfo, comunista, actor porno… no desmientas nada. No has hecho nada malo, solo mimetizarte con tu obra. Le puede pasar a cualquiera. De hecho yo nací y crecí en la Curota siendo líder de una manada de lobos albinos, de verdad.