La venta de vivienda se dispara en Barbanza a cifras muy superiores a años precovid

La irrupción de la pandemia del coronavirus cogió con el pie cambiado a todo el mundo, pero en determinados sectores llegó en un momento particularmente inoportuno. En el caso de la actividad inmobiliaria en Barbanza, el estado de alarma truncó un período de crecimiento de las ventas que se había iniciado en los años anteriores y que se preveía que mantendría la progresión al alza. De hecho, la crisis sanitaria frenó en seco las transacciones durante el primer semestre del 2020 que cayeron a la mitad con respecto a las del 2019. Sin embargo, los datos de vivienda publicados hace tan solo unas semanas por el Ministerio de Fomento apuntan a una clara recuperación del sector en la comarca, que ya registra cifras muy superiores a los años precovid.

Las cifras son abrumadoras. Durante los seis primeros meses de este año se formalizaron casi medio millar de transacciones de viviendas, 458 concretamente, un volumen de actividad que supera muy claramente las 198 operaciones del 2020. No se puede obviar la influencia que tuvieron la pandemia y el confinamiento en este dato, de ahí que sea más fiable la comparativa con el 2019 para ver la evolución del mercado en Barbanza, y el registro del 2021 sigue siendo muy superior ya que hace dos años se sellaron 380 contratos de compra-venta de inmuebles, 78 menos. En el primer semestre del 2018 fueron 310.

En este sentido, también hay que tener en cuenta que el 2019 fue el ejercicio con más transacciones desde el 2010, con lo que, si se mantiene la evolución, el 2021 promete convertirse en el mejor año para el sector de estas dos décadas.

Buenas perspectivas

Habrá que ver la evolución, pero, de entrada, las expectativas son buenas porque el 64 % de las operaciones realizadas se formalizaron entre los meses de abril y junio. Hace unos días, la edila de Facenda de Porto do Son mostraba su sorpresa por el importante incremento de la recaudación por la plusvalía municipal —un impuesto que grava el beneficio por la transmisión de bienes inmuebles—, que atribuía a un posible error contable. No lo era, y las cifras oficiales sobre las ventas de viviendas lo corroboran. No en vano, solo en el segundo trimestre de este año se firmaron 25 contratos en el municipio.

El crecimiento de este tipo de operaciones se repite en todos los municipios del territorio barbanzano, con la única excepción de Noia, donde se vendieron menos casas en los seis primeros meses de este año que en el 2019, pasando de 57 a 40. Por contra, el aumento es significativo en Ribeira, que alcanzó las 158 ventas, y en Muros, que pasó de 15 operaciones hace dos ejercicios a 25 en este.

Este interés es constatado por los profesionales del sector inmobiliario, que también apuntan a un repunte de los precios. Aunque el coste no se ha disparado, lo que señalan desde las agencias es que las gangas se han acabado, hay demanda, y por tanto, las cotizaciones se ajustan a lo que dicta el mercado.

Una treintena de los inmuebles que cambiaron de manos eran de nueva construcción

Una de las consecuencias del incremento de la demanda de vivienda es el repunte de los precios, sobre todo en un contexto como el de Barbanza, en el que apenas existe oferta de inmuebles de nueva construcción. Con todo, las últimas promociones puestas en marcha en la comarca se están haciendo notar y una treintena de las transacciones registradas correspondían a domicilios nuevos.

La cifra no es demasiado elevada teniendo en cuenta que las ventas de casas de segunda mano ascendieron a 428 en toda la comarca, pero apenas se están levantando inmuebles y, en vista de los datos, los que se construyen están teniendo salida al mercado barbanzano.

En este aspecto llama nuevamente la atención el caso de Porto do Son, el segundo municipio del área de Barbanza con más operaciones de vivienda nueva, seis. Por delante solo está Ribeira, donde se están poniendo a punto dos promociones de pisos, con 13; mientras que en Boiro las operaciones de este tipo fueron apenas cinco.

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