Adrián Salanova: «El taekuondo es parte de mi vida y ahora mismo es la prioridad»

Francisco Brea
Fran Brea RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

El joven noiés tiene claro que quiere continuar dedicándose al deporte y le gustaría entrar en un centro de alto rendimiento para seguir destacando en categoría sénior

15 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

No se puede decir que Adrián Salanova aprendiera a andar sobre un tatami, pero con tan solo 3 años ya lo estaba pisando. El joven de Noia se introdujo en el deporte gracias a su padre, Chema Salanova, quien también es su entrenador en el club Maniotas. Ahora, con 16 años y a un par de meses de cumplir los 17, Adrián ya colecciona medallas y tiene una cosa clara: «Quiero seguir en el taekuondo. También estudiar, ciencias del mar o bioquímica, y continuar entrenando donde sea. Llegar a un centro de alto rendimiento y ser un buen sénior».

Este 2021 ha sido «un año complicado», pero también exitoso. El covid lo condiciona todo, y cuando pegó con fuerza, más: «Hubo que adaptar los entrenamientos y se celebraron pocos torneos». Aun así, llegó la Copa de España en abril y Salanova mordió la plata en la categoría júnior de menos de 68 kilos. La siguiente parada fue el gallego sub-21, en el que el noiés se subió a lo más alto del podio. El calendario continuó avanzando hasta que, en junio, Adrián logró un gran segundo puesto en los Multieuropean Games de Sofía, que supuso su clasificación para el europeo sub-21. En el nacional de esa categoría cayeron más medallas y en agosto se concentró con la selección española en Murcia para preparar el torneo continental, en el que los resultados no le acompañaron.

Pero como indica su padre, «é moi traballador e está moi implicado». Por ello no se vino abajo y el pasado mes de septiembre se hizo con el oro en la President's Cup, que se celebró en Turquía, consiguiendo así plaza en el europeo sub-21 del próximo año.

Luchador ofensivo

A pesar de su juventud, Adrián ya compite y gana en categoría sénior: «El taekuondo es parte de mi vida y ahora mismo es la prioridad». «Cuando tenía 12 o 13 años fue el momento en el que me lo tomé en serio de verdad», asegura. Tiene claro que entrena todos los días para conseguir su sueño, que es participar en unos juegos olímpicos. Resalta entre sus virtudes ser ofensivo: «Suelo ser el atacante en el combate, el que va encima. También destaca mi ritmo, tengo más aguante que el contrincante».

Chema apunta que los comienzos de su hijo «foron lentos» en cuanto a resultados. Tardaron en llegar, pero en el Open de España del 2019, siendo cadete, «explotou e despuntou. Ten calidades físicas, porque é forte, flexible e coordinado. Ademais, aprende rápido e é moi versátil. Dispón de recursos para adaptarse aos diferentes rivais ou combates».

Todo esto hace que «a proxección sexa boa, en principio», aunque Chema asegura que no es muy dado a hacer predicciones. Pero está claro que, «de seguir nesta liña, o futuro é bo».

No oculta que en el Maniotas están ilusionados por los resultados que está consiguiendo Adrián, pero tampoco hay que lanzar las campanas al vuelo: «Hai que ir combate a combate, sempre con humildade, porque calquera te pode facer un roto. Queda moito camiño por recorrer, pero tamén hai moita motivación porque é unha persoa moi comprometida».

La próxima cita importante que está marcada en el calendario es el campeonato de España de clubes, en el que tanto la entidad noiesa como el propio Adrián Salanova esperan realizar un gran papel para no dejar de sumar éxitos y medallas.