La proximidad de un pinar amenaza a la capilla de A Mercé

Ramón Ares Noal
X. Noal RIBEIRA

BARBANZA

MARCOS CREO

Vecinos y fieles de San Isidro denuncian que las ramas ya han causado daños al tejado, los acículas atascan los desagües y se incumple la separación de incendios

09 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La capilla de A Mercé se convirtió hace veinte años en un símbolo de concordia vecinal, ya que su edificación ponía punto y final a una histórica polémica de los propietarios del pazo de mismo nombre, que albergaba una dependencia para el culto a la santa, espacio del que los dueños querían disponer y los fieles se negaban a abandonar, incluso después de que hasta el arzobispado optara por dejar de realizar celebraciones religiosas en su interior.

Fruto del acuerdo, la familia Boullón, propietaria del pazo, cedió unos terrenos situados en las proximidades y el Concello de A Pobra, entonces con el alcalde Isaac Maceiras al frente, asumía la construcción de otra capilla. Desde entonces, la afamada fiesta de A Mercé se desarrolla en la explanada que rodea el templo, y hay culto religioso.

Otro peligro

Transcurridos veinte años, vecinos de San Isidro de Posmarcos, a cuya parroquia pertenece la capilla, denuncian la existencia de otro peligro, que no es otro que la amenaza de un pinar que está muy próximo a la construcción, incluso a mucha menos distancia de la que exige el plan de protección de incendios de Galicia, que establece una separación de este tipo de árboles de al menos treinta metros. Tan próximos están, que las acículas —o picaños— atascan los desagües y generan problemas durante el invierno.

Pero los usuarios del templo y residentes no consideran que esta incidencia sea la más grave, a pesar de las inundaciones que se producen, sino las ramas que caen sobre el tejado en días de temporal y que ya han ocasionado daños que obligaron a reparar la cubierta, con los gastos que supone para la parroquia.

Tomar medidas

Afirman los denunciantes que ya han informado de este problema a los propietarios del pinar y que se comprometieron a tomar medidas, pero ya están a las puertas de otro invierno y la situación no ha cambiado.

Fuentes vecinales insisten en solicitar que, por lo menos, se talen los árboles más próximos a la capilla, ya que son una amenaza en invierno, por los temporales y las lluvias, y en verano, sobre todo si se produce un incendio forestal, que probablemente reduciría a cenizas el pequeño templo de A Mercé.