«El embarazo y la lactancia son posibles tras un cáncer de mama»

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

La matrona Carmen Manresa destaca que los tratamientos para estos tumores cada vez tienen mayor eficacia

21 oct 2021 . Actualizado a las 09:31 h.

Barbanza se tiñe esta semana de rosa con motivo de la conmemoración del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama. El objetivo es visibilizar una enfermedad que se ha convertido en frecuente e incidir en la prevención y el diagnóstico precoz. Las matronas, enfermeras especialistas en ginecología y obstetricia, pueden ser claves en este ámbito. Carmen Manresa está desde el pasado mes de junio a disposición de las mujeres de Ribeira.

-¿Cómo influye un diagnóstico precoz en este tipo de cáncer?

-El tamaño de la lesión es el que marca el pronóstico, cuando más temprana sea la detección del tumor más posibilidades hay de curación.

-Pese a todo, se trata de un cáncer con buen pronóstico en general...

-Sí, es uno de los cánceres con la tasa de supervivencia más alta, se sitúa en un 90 % en cinco años. Ello se debe a la mejora de los tratamientos, que cada vez son más individualizados y dirigidos a las características del tumor, y a las estrategias de cribado.

-¿A quién van dirigidos actualmente esos cribados?

-Van dirigidos a las mujeres de entre 50 y 69 años e implican la realización de mamografías cada dos años. Lo importante es acudir a las consultas de revisión y tener una historia clínica detallada, con los posibles antecedentes de cáncer de mama u ovario para descartar un patrón hereditario.

-Y siempre sin olvidar la autoexploración.

-Es muy importante aumentar el conocimiento sobre nuestro cuerpo, porque de otro modo no sabremos identificar las posibles anormalidades.

-¿Cuál es el papel de las matronas en este campo?

-Nosotras realizamos exploraciones a las mujeres que vienen a consulta, la mayor parte de las veces porque han notado algo previamente. A partir de ahí, en consenso con el médico de cabecera, se decide si son enviadas a una consulta de ginecología o pasan a la denominada vía rápida.

-¿Qué síntomas deben poner e una mujer en alerta?

-Cualquier endurecimiento, una asimetría de origen reciente, una secreción, venas marcadas, eccemas, enrojecimientos, inflamaciones... casi cualquier cambio que se produzca. La mayor parte de las alteraciones son benignas, pero hay que descartar. Los casos de cáncer suelen detectarse sin haber dado síntomas, a través de un nódulo.

-¿Cuáles son las pautas a seguir para una prevención adecuada?

-La principal, modificar los estilos de vida, evitando el sedentarismo y el consumo de alcohol, y apostando por una dieta equilibrada, pobre en grasas trans y rica en ácido fólico. Es muy importante prevenir la obesidad. La lactancia materna es un factor protector, cuanto más se prolongue más disminuye el riesgo.

-Y luego está el factor psicológico...

-Séneca ya decía que el deseo de sanarse siempre ha sido la mitad de la salud.

-¿Qué mensaje le lanzaría a las mujeres que están ahora pasando por un cáncer de mama?

-Pues les lanzaría un mensaje optimista. Aunque la palabra cáncer asusta, cada vez los tratamientos son mejores. Con las técnicas de preservación de la fertilidad es posible ser madre una vez superada la enfermedad. El embarazo y la lactancia son posibles tras un cáncer de mama.

-¿Están las consultas de las matronas recuperando la actividad de la etapa precovid?

-Sí, estamos volviendo al ritmo que era habitual antes de la pandemia, incluso en los cribados correspondientes a las citologías.

-¿Puede el parón sanitario propiciado por la pandemia derivar en un incremento de los casos de cáncer de mama en un futuro cercano?

-Los casos de cáncer de mama llevan en aumento desde el 2012. Este incremento está provocado fundamentalmente por el envejecimiento de la población, puesto que esta enfermedad está muy ligada a la edad. Si bien no se debe olvidar que cada vez se detecta en pacientes más jóvenes. La mayor incidencia está ahora entre los 55 y los 60 años.