Las fuerzas del orden investigan un incendio que comenzó en unos palés almacenados en la nave principal
15 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Las llamas consumieron ayer los restos de la fábrica de Hadasa en A Pobra do Caramiñal. Las instalaciones cerraron en el 2003 y están en manos de los síndicos, que todavía no percibieron la totalidad del dinero que se les debe.
Sobre las 11.20 horas, unos vecinos alertaron a los servicios de emergencias que de la nave de A Ribeiriña salía una columna de humo. Pese a que inicialmente se pensó que se trataba de un incendio de gran calado, los bomberos consiguieron controlarlo hacia la una de la tarde. Hasta el lugar se desplazaron patrullas de la Policía Local y Guardia Civil, equipos de bomberos tanto de Boiro como de Ribeira y e integrantes de Protección Civil de A Pobra.
Según indicaron fuentes que participaron en el dispositivo de extinción, el fuego comenzó en la nave principal de la factoría. Allí había algunos escombros y unos palés de madera, punto de origen de las llamas. La Policía Local de A Pobra baraja varias hipótesis, entre ellas que el incendio se hubiese registrado de manera intencionada, o fortuitamente. En este último caso, explicaron que no es la primera vez que alguien accede a la fábrica para cortar piezas de hierro y no se descarta que la maquinaria empleada hubiera provocado un chispazo que saltase a unas bolsas que había sobre los palés.
La cubierta
Aunque todavía no existe una valoración de los daños, fuentes de los servicios de extinción indican que la cubierta de la nave se vio afectada por las llamas y habrá que aguardar al informe oficial para conocer la incidencia sobre el resto de la estructura.
Todos los elementos aprovechables de las instalaciones ya fueron vendidos en su día para pagar a los acreedores, y aunque el Concello de A Pobra lleva tiempo reclamándose a Costas su derribo, nada ha podido hacerse hasta la fecha al continuar sin satisfacerse las deudas con los síndicos.
Desde el Ayuntamiento indican que la fábrica está en un proceso de deterioro acelerado, y que trabajan para reducir los riesgos que puedan producirse. El edil del Seguridade Cidadá, José Lojo, precisó: «Sabemos que parte das paredes caeron á praia e que aínda queda un depósito de fuel nas instalacións». El tanque, detalló, está situado en el otro extremo de la zona afectada por el incendio. El concejal también comentó que «pode entrar calquera e caer, é un risco enorme», y destacó que están trabajando con la Xunta para tratar reducir los problemas de seguridad.
Casi dos décadas esperando por la demolición de la factoría
Un incendio registrado en el 2002 calcinó las instalaciones de la factoría harinera. El fuego, que dañó gran parte de la estructura, coincidió con un mal momento económico para la firma, que intentaba sacar adelante un plan de viabilidad. El cierre llegó definitivamente en el 2003 y las instalaciones quedaron en manos de los acreedores, que llevan años reclamando a Costas la compra de la edificación.
En el 2011, se planteó la adquisición de las instalaciones por un importe de 150.000 euros, pero nunca se llegó a materializar por la situación de crisis económica. La negativa de la Administración a la compra parece ser el principal escollo para el derribo de esta factoría, algo que reclaman tanto los vecinos como el Ayuntamiento desde hace años.
Hace unos días, al hablar sobre las reclamaciones del Concello pobrense al Estado, el alcalde, Xosé Lois Piñeiro, advertía sobre el mal estado de las instalaciones. Incluso, señalaba que la cubierta corría el riesgo de «voar se hai un temporal».