Entre el pacto y la pinza anda el juego en Ribeira

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Las pullas volaron de un lado a otro del salón noble en un pleno que acabó en bronca y en el que PP y PSOE aprobaron el proyecto económico de este año

22 sep 2021 . Actualizado a las 14:37 h.

Históricos, fake, tardíos, sociales, falsos, realistas y expansivos. Estos adjetivos son solo algunos de los que prodigaron los ediles de Ribeira para referirse a unos presupuestos que, a la postre y tal y como estaba previsto, salieron adelante gracias al acuerdo alcanzado previamente por el PP y el PSOE. Sin embargo, los detalles económicos pasaron a un segundo plano conforme avanzaba la sesión y el tono de los discursos iba endureciéndose, con pullas constantes que volaron de un lado a otro del salón noble y alusiones personales, y con los grupos divididos en dos bandos: los del pacto y los de la pinza.

Al margen de esta división quedó Suma Ribeira, cuyo portavoz no entró en una guerra que alcanzó su punto álgido en la recta final del debate, cuando el regidor, Manuel Ruiz, harto de escuchar hablar de pactos con el PSOE, acusó al BNG y al PBBI de «facer pinza contra este goberno» y lamentó que los independientes «teñan un aliado e un socio», aludiendo a reuniones entre los grupos para reprobarle.

Y la tensión que durante toda la sesión se había palpado en el debate estalló. Desde las bancadas de los ediles nacionalistas y de los independientes protestaron asegurando que era una mentira, una calumnia, que se hubieran reunido y exigieron al regidor que retirase sus palabras o que contase quién había participado y dónde se habían desarrollado eses supuestos encuentros, a lo que este se negó: «Da mesma forma que vostedes din que eu teño un pacto co PSOE, eu digo que teñen unha pinza contra este goberno». «Non houbo ningunha reunión e vostede está mentindo, coma sempre, temos un goberno que minte», replicó el nacionalista Luís Pérez Barral. A él se sumó Vicente Mariño de Bricio: «Miente, miente y miente, y traiga a los testigos que quiera».

Ruiz zanjó la discusión y dio paso a la votación, en la que no hubo sorpresas como ya se había adelantado en las intervenciones anteriores, algunas con argumentos inesperados, como la del socialista José Vilas, que recurrió a un pasaje bíblico.

Las posturas

En su introducción, el alcalde apuntó algunos de los grandes datos que ya había dado a conocer públicamente: el importe total asciende a 36,4 millones, crece el gasto social y se comprometen 13 millones para obras. Y destacó que las cuentas permitirán afrontar «investimentos inaprazables». Enfrente se topó con una oposición que, entre sus muchos argumentos, le afeó lo evidente: que los presupuestos llegan tarde y que no dará tiempo a ejecutar las inversiones previstas.

Xurxo Ferrón, de Suma Ribeira, puntualizó que las cuentas «históricas» de las que presumía Ruiz incluyen ocho millones de euros de la venta de las parcelas del polígono industrial que aún no se ha materializado y echó en falta mayor planificación y que se priorice la dotación de servicios básicos y el gasto social.

El BNG defendió su enmienda a la totalidad de los presupuestos, y la definió como una mano tendida al gobierno para alcanzar el mayor consenso posible y aprobar un proyecto económico «que resolva os problemas urxentes de Ribeira». Como era previsible, su propuesta no contó con los apoyos necesarios para salir adelante. Por el PSOE, José Manuel Suárez-Puerta enumeró una vez más las 14 iniciativas que el PP incluyó en los presupuestos para que le dieran su apoyo y defendió que se trata de un buen acuerdo para Ribeira.

Por el PBBI tomó la palabra Herminia Pouso, que cuestionó que el documento que luego se aprobó no incluya un plan de mantenimiento anual de la red viaria o que siga sin dar respuesta a los problemas en servicios básicos. Aludió también a la tardanza de los presupuestos: «O que vai ser histórico é que vai ser o ano no que se execute a porcentaxe máis baixa dos orzamentos».

Por último, la edila popular Ana Barreiro defendió unas cuentas «que marcan a folla de ruta» y agradeció la «altura de miras» del PSOE para aprobarlas.