El nuevo curso comienza en Barbanza con 7.715 alumnos, 240 menos que el año pasado

María Xosé Blanco Giráldez
M. x. Blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Imagen de archivo de una protesta de los padres del CEIP de Palmeira
Imagen de archivo de una protesta de los padres del CEIP de Palmeira DAVID COSTAS

Las clases se reanudarán con obras en el Ramón de Artaza muradano

09 sep 2021 . Actualizado a las 17:23 h.

No será el frenético e inusual arranque del curso que se vivió el año pasado, cuando colegios y familias tuvieron que adaptarse a un novedoso escenario dominado por la pandemia, pero el inicio del período lectivo para los estudiantes de infantil y primaria distará mucho de ser como lo era antes de la irrupción del covid. Hoy tendrán que ocupar sus pupitres protegidos con mascarillas, tras acceder al recinto por turnos y puertas diferentes. También los patios seguirán estando divididos. En total, serán 7.715 los chiquillos que regresen a sus aulas en la comarca, una cifra que confirma la línea descendente que se venía dibujando en los últimos años. El número de estudiantes cae en esta ocasión en 240.

La reducción más importante en el número de matrículas se produce en el nivel de primaria, donde de los 5.464 pupitres que había ocupados el curso pasado, 145 quedarán vacíos. En infantil, la caída de alumnos supera por poco el centenar, pasando de 2.451 a 2.346. El resto de estudiantes que faltan para completar la cifra de 7.715 chiquillos son incluidos por la Xunta de Galicia en el apartado de educación especial. La mayoría de estos niños con necesidades específicas se distribuyen entre Ribeira, con 25, y Noia, con 18.

Por municipios, la caída más destacada se registra, como sucedió en años pasados, en Ribeira, con 82 escolares menos. El segundo y tercer puesto de este ránking se lo disputan Boiro y Noia, donde habrá este curso 37 estudiantes menos de infantil y primaria. Destacan, por ser concellos con mucha menos población, Outes, que pierde 26 escolares, y Lousame, donde serán 20 los pupitres que queden vacíos.

Pero los datos que más sorprenden son los relativos a Muros y Mazaricos, que logran sortear la caída de matrículas e incluso suman tres estudiantes. La explicación podría estar en el regreso de emigrantes, aupado por la pandemia, y en el establecimiento de nuevas familias, derivado probablemente de la irrupción del covid.

Arranque con andamios

Especialmente complicado se presenta el inicio del curso en el colegio Ramón de Artaza muradano, que está siendo sometido a una rehabilitación integral. El presupuesto de las obras supera los 804.000 euros. Desde la Consellería de Educación explicaron que esta misma semana concluyeron los trabajos en el interior del edificio, referidos sobre todo a la sustitución de la carpintería metálica y al pintado de paredes, lo que permite arrancar las clases en tiempo y forma.

Pero pendiente queda aún el acondicionamiento de las fachadas exteriores, lo que ha obligado al centro a reorganizar las entradas y salidas de los estudiantes, al no poder utilizar algunas puertas. También habrá zonas valladas para evitar el acceso de los menores.

La otra obra importante que la Consellería de Educación de la Xunta pretende licitar antes de que acabe este año afectará al colegio ribeirense de Frións y su importe se elevará a 672.000 euros. Se trata también de una rehabilitación integral del edificio, que implicará la sustitución de la carpintería y el acondicionamiento de las fachadas. En este centro está pendiente también el traslado del comedor a un espacio más amplio, pues las reducidas dimensiones del actual obligan a establecer dos turnos de comida.