Cinco ayuntamientos de Barbanza ocultaron sus contratos a Contas

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Lousame es el único concello que presentó la documentación dentro de plazo

04 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Son muchos los mecanismos puestos en marcha por las Administraciones central y autonómica para llevar un control de a dónde van a parar los recursos de los ayuntamientos. Para ello, las entidades locales deben rendir cuentas anualmente, y también enviar a organismos como el Consello de Contas cumplida información sobre los contratos de obras, servicios y suministros que suscriban con el objetivo de fiscalizarlos y evitar prácticas como la falta de publicidad en los expedientes o el fraccionamiento de los pliegos para eludir los controles. Sin embargo, no todos lo hacen, y en el caso concreto de Barbanza son cinco los concellos que ocultaron sus contrataciones.

A finales del pasado mes de julio, el Consello de Contas aprobaba y publicaba un informe específico sobre la contratación en el sector local recopilando datos del 2018 que señala que el 31,6 % de los ayuntamientos se salta el deber de remitir la relación anual de los contratos formalizados, un porcentaje que en el caso de la zona de Barbanza se eleva hasta el 45,4 %. De los 11 municipios, cinco figuran en el listado de entidades que no remitieron la documentación a la que están obligados por la ley de contratos. Entre los incumplidores se encuentran Boiro, Mazaricos, Muros, Noia y Outes.

Estos cinco concellos se suman a la relación de 140 entidades que no cumplieron la obligación de remitir sus expedientes al organismo autonómico para que este pudiera realizar su función de fiscalización, pero eso no quiere decir que los demás ayuntamientos barbanzanos cumplan con los requisitos que fija la normativa vigente para las Administraciones públicas.

Fuera de plazo

La otra mitad de las entidades locales de Barbanza -A Pobra, Carnota, Lousame, Porto do Son, Rianxo y Ribeira- sí enviaron al Consello de Contas la documentación requerida, pero lo hicieron tarde.

La legislación establece como plazo máximo para remitir la relación de los contratos formalizados durante un ejercicio concreto el mes de febrero del año siguiente, en este caso el 2019, y solo un concello de la zona cumplió con este precepto: Lousame, que registró su información el 28 de febrero.

Los demás se demoraron, aunque unos más que otros. Rianxo, por ejemplo, trasladó la información unos días después del plazo, el 4 de marzo; y tanto Porto do Son como A Pobra lo hicieron en el mes de abril. En el caso de Ribeira, la documentación llegó en julio de ese mismo año, mientras que la palma se la lleva Carnota, que dio cuenta de la relación de contratos con más de un año de retraso, el 11 de mayo del 2020. En este caso, cabe destacar que el gobierno local que debería haber enviado los expedientes y el que finalmente lo hizo son distintos, puesto que entremedias se celebraron elecciones y tomó el mando el socialista Juan Manuel Saborido.

La obra del Malecón de Ribeira, entre los expedientes revisados

La obligación de presentar la relación anual abarca todo tipo de contratos de obras y servicios, incluidos los menores, excepto aquellos por un importe inferior a 5.000 euros. Pero además el Consello de Contas realiza una selección de licitaciones entre las entidades locales de Galicia y analiza específicamente una muestra. Así, en el último informe se incluye el proyecto de remodelación del Malecón de Ribeira e instalación de un parque infantil. Según se recoge, el expediente se realizó correctamente.

Las tres mancomunidades muestran la cara y la cruz en transparencia

El control que realiza el Consello de Contas no se circunscribe únicamente a los ayuntamientos, sino que afecta a otro tipo de instituciones, desde fundaciones a organismos autónomos o sociedades mercantiles dependientes de ayuntamientos y mancomunidades. En lo que respecta a las entidades supramunicipales, las tres que hay en la comarca tampoco salen muy bien paradas en el informe.

La cara del análisis que realiza el organismo autonómico la ofrece la mancomunidad Barbanza Arousa, la única que presentó la documentación relativa a sus contratos, aunque lo hizo también fuera de plazo: el 28 de abril del 2019.

Por su parte, ni Serra do Barbanza ni la mancomunidad constituida por los concellos de Muros y Carnota para la gestión del abastecimiento de agua aportaron la información a la que están obligadas. En el caso de esta última, el problema va más allá de que no rindan cuentas sobre sus contrataciones, ya que tampoco lo hacen sobre sus presupuestos y hace años que no tiene un funcionamiento normalizado ni se celebran reuniones de sus integrantes.