De Roma a Corrubedo en bicicleta siguiendo los pasos del Apóstol

Marta Gómez Regenjo
M. Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Cedida

Santiago Palacios pedaleó 3.000 kilómetros para completar la ruta del Camino A Orixe

25 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

No era su objetivo cuando se embarcó en la aventura de completar el Camino de Santiago desde Roma, pero llegar a Corrubedo acabó convirtiéndose en un aliciente más para Santiago Palacios Rodríguez, un compostelano que ha completado prácticamente todas las rutas a Compostela, incluyendo la de A Orixe.

Su particular peregrinación por los distintos trazados que llevan a la capital gallega comenzó con una promesa en el 2012, y desde entonces no ha faltado a su cita con la catedral. Su última aventura le llevó a recorrer a lomos de su bicicleta y acompañado por Pablo López tres mil kilómetros, una paliza que completaron en unos 40 días y que realizaron en dos fases. La primera arrancó en Noia en julio del 2017. Ese año, hicieron los 1.500 kilómetros que separan Roma de Montpellier, en Francia, pasando por Lazio, la Toscana, la Espezia y la Costa Azul, y allí hicieron una pausa hasta que este verano tuvieron la oportunidad de retomar el camino donde lo habían dejado.

El 6 de julio volvieron a subirse a la bicicleta para recorrer otros 1.500 kilómetros por la vía Tolosanna, el Camino Francés y el de Invierno. Así llegaron a Santiago, pero como buen peregrino, Palacios es de los que cree que el camino no se acaba hasta que ya no se puede más, y él seguía sediento de kilómetros: «Todo o que chega a Santiago quere seguir andando ata ver o mar, e cando souben da Orixe decidín facer a ruta á inversa. A Fisterra xa fun moitas veces, esta supuxo unha maneira distinta de acabar o Camiño».

Nada que envidiar

Es de Santiago y frecuenta la playa de Cabío, así que Santiago Palacios ya conocía la zona. Sin embargo, él mismo se sorprendió del potencial de la comarca y de la ruta de peregrinación por los municipios de Arousa norte: «Ten un valor cultural impresionante, con escritores como Valle-Inclán, Castelao ou Manuel Antonio, as paisaxes son espectaculares, e tamén como ruta gastronómica. Non temos nada que envexar a Italia ou Francia». Y eso que, explica, al completar el recorrido en bicicleta hay detalles que se escapan, pero asegura que repetirá y que lo hará a pie.

Por su larga trayectoria habla con conocimiento de causa, por eso insiste en que hay que aprender a valorar los recursos que tenemos cerca: «Hai que potenciar todo o que hai aquí porque é unha pena que non se coñeza. O que temos en Galicia é impresionante, hai que saír fóra para apreciar o que temos». En este sentido, explica que descubrió casualmente la existencia de la ruta desde Corrubedo: «Fixen practicamente todos os camiños e este non o coñecía». Manuel Nin, presidente de la asociación Amigos do Camiño do Barbanza A Orixe, le dio toda la información relativa al trazado y no se lo pensó mucho antes de montarse en su bicicleta para recorrerlo.

Lo hizo a la inversa, y llegó al faro de Corrubedo, donde le esperaban Nin y Saturio Ferreiro, también integrante de la entidad que promueve la ruta, el lunes, en una calurosa jornada que hizo más difícil la etapa. Sin embargo, el experimentado ciclista está acostumbrado a sufrir en sus periplos como peregrino, por eso aboga por potenciar este nuevo trazado, no solo promocionándolo, sino también buscando alianzas para dotarlo de servicios: «Despois de facer tantos quilómetros camiñando ou en bicicleta é complicado poñerse a buscar un sitio onde durmir. En Francia tivemos que comprar unha tenda de campaña e pasar a noite ao raso porque non hai albergues, é importante potenciar este tipo de servizos para os peregrinos, ter un punto de referencia onde poder descansar».