Una emprendedora que acerca a Ribeira los sabores de Sudamérica

Laura ríos / A. G. RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

David

Marta Sampedro vio la oportunidad de cubrir un nicho de negocio en la ciudad

03 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Por muy difíciles que se pongan las cosas, siempre hay alguien dispuesto a romper la rutina y lanzarse a una nueva aventura empresarial. Marta Sampedro (Ribeira, 1978) es una de esas personas a las que no les da miedo arriesgarse para materializar sus propósitos. En su caso, afirma que su gran deseo se cumplió el pasado 3 de julio, cuando abrió en Ribeira las puertas de Abarrotes Marta, un negocio de comida latina y repostería; un local en el que la comunidad sudamericana puede encontrar los productos de sus países natales.

Relata que para echar a andar este proyecto no solo ha necesitado de su ingenio, sino que ha utilizado estudios de mercado con los que determinar su viabilidad. Como resultado de esto, la emprendedora comprobó que existía un gran vacío de estos artículos en la comarca y que la población sudamericana que reside aquí estaba dispuesta a moverse a lugares como Vilagarcía, Milladoiro o Caldas de Reis para reencontrarse con los sabores de su tierra. A este respecto, la vendedora explica que «decidín montar este negocio porque vin que era unha liña de mercado que quedaba sen cubrir na zona».

Además, si en la añorada antigua normalidad ya no era fácil iniciar una actividad empresarial, la llegada de la pandemia dificulta mucho más el proceso. En relación a esto, Marta Sampedro admite que algunos elementos imprescindibles, como muebles o mercancías concretas, han sido mucho más complicados de traer por culpa de las limitaciones ligadas al covid. Por el contrario, reconoce que su establecimiento no es el más amenazado por la crisis sanitaria dado que se trata de un local de venta de alimentos.

Cuando reflexiona sobre el proceso de apertura de Abarrotes Marta, la propietaria recuerda que los trámites administrativos fueron más lentos y complicados de lo que esperaba. En este sentido, indica que en más de una ocasión necesitó la ayuda de una gestoría.

A pesar de las dificultades, Sampedro se muestra feliz de haber podido poner en marcha su ultramarinos. La ribeirense asegura: «Síntome ilusionada porque levaba moito tempo agardando para poder abrir».

Marcas de cada país

En el establecimiento de Sampedro, los clientes pueden encontrar todo tipo de productos latinos e incluso las marcas propias de cada país. Indica que entre los artículos más vendidos se encuentran las Ducales, unas galletas, entre dulces y saladas, de origen colombiano de la marca Noel. Además de estas pastas, en este comercio se pueden hallar diversas salsas, muchos tipos de maíz, mate, café colombiano o mermelada dominicana, entre sus muchos artículos. Aparte de esto, la tienda cuenta con una sección específica en la que los interesados pueden acceder a dulces semielaborados, es decir, preparados a los que solo se les tienen que añadir elementos básicos como el agua, los huevos o el aceite.

A su vez, en esta parte del local también se vende repostería creativa. Marta Sampedro señala que se trata de ingredientes propios de confitería que son difíciles de encontrar o de adornos para tartas y pasteles pensados para fiestas temáticas y eventos. El éxito de este apartado del negocio es tan grande que la propietaria asegura que «xa tiven que repoñer tres veces o preparado das tortas red velvet».

Además, dada la base de maíz de muchos de los dulces y alimentos, el establecimiento ofrece una amplia gama de productos aptos para celíacos. Desde su perspectiva, la emprendedora subraya que los usuarios aprecian que los productos sean importados. Resalta que «os clientes latinos saben cal é o do seu país, coñecen as marcas».

Con el fin de que sus artículos sean accesibles para todos los bolsillos, explica que hace pedidos grandes para abaratar costes de transporte. Gracias a esto ha podido traer la bebida Inca Kola, un refresco con matices distintos a los habituales que los residentes peruanos valoran mucho: «Estas cousas, para eles, son como volver estar na casa».