El arca de Noé de los grupos de emergencia

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Cuatro delfines quedaron varados hace una semana debajo del puente de la autovía en Taragoña
Cuatro delfines quedaron varados hace una semana debajo del puente de la autovía en Taragoña CEDIDA

La variedad de animales rescatados en Barbanza no para de crecer: desde delfines a ballenas, pasando por serpientes, nutrias, tejones, ovejas o lechuzas

31 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«Es una locura, cada vez rescatamos a más animales de todo tipo, tanto vivos como muertos». El que habla es Marcos Fernández, responsable del GAEM de Ribeira, pero sus mismas palabras son repetidas por el resto de integrantes de los grupos de emergencias de Barbanza, que confiesan que «moitas veces hai máis chamadas para axudar a animais que a persoas», remarcan desde Protección Civil de O Son.

Si rescatar a perros y gatos ha sido una constante desde siempre, en los últimos tiempos se han añadido otras especies, desde cerdos, vacas, caballos, cabras u ovejas que se escapan de las parcelas donde están encerrados, hasta jabalíes, tejones o puercoespines que viven en libertad, pero que se cuelan en terrenos particulares o vías públicas y acaban atrapados. «Nas últimas semanas recibimos moitísimas chamadas para recoller culebras e serpes que viven no seu hábitat natural e que deben seguir alí», apunta Nacho Hermo desde Protección Civil de Boiro, que dice que también les ha pasado algo similar con varias nutrias que fueron vistas nadando cerca del muelle. «A xente chama, pero é que non fan nada malo e hai que deixalas», insiste.

Otra cosa bien distinta es cuando los animales aparecen varados o heridos en las playas de la comarca, una situación que se ha agudizado en los últimos años, en muchos casos asociada al incremento de la contaminación en el mar. Intoxicada tras tragar multitud de plásticos, la tortuga Abanqueiro -bautizada con el nombre del lugar donde fue rescatada- fue uno de los mejores ejemplos, pero hace apenas una semana se rescataba a cuatro delfines que acabaron atrapados debajo del viaducto de Taragoña después de que bajase la marea.

Sanos y liberados

Gracias a la intervención de los grupos de emergencia y del personal del Cemma fueron recogidos y trasladados hasta el muelle, desde donde luego embarcaron rumbo a la isla de Rúa donde fueron liberados. Aunque en este caso los golfiños estaban sanos, gran parte de los animales que acaban en las costas barbanzanas llegan malheridos o muertos. Restos de ballenas, cachalotes, arroaces o tortugas aparecen cada año en las playas de Barbanza, y en algunos casos es el personal de Protección Civil quien los retira y los traslada a una empresa encargada de incinerar estos cuerpos, o son los trabajadores de estas compañías los que se encargan de recogerlos.

También las aves atrapadas o malheridas copan gran parte de las llamadas a los servicios de emergencia, «desde mouchos a miñatos ou águilas e, antes, ata gaivotas, pero agora xa non porque nos resulta imposible chegar a todo», apuntan desde Protección Civil de Porto do Son, donde insisten en la gran diferencia que hay entre que un perro esté suelto o abandonado, «porque a xente chama por todo, incluso por unha tartaruga que escapou dunha casa e apareceu nunha pista ao lado».

Aunque en menor medida, los bomberos también deben actuar en muchos de estos rescates, sobre todo cuando los animales, principalmente gatos, se suben a árboles y no pueden bajar, o por perros que se meten en tubos y quedan atrapados.