Nuevos demonios

Ana Gerpe Varela
Ana Gerpe EL BALCÓN

BARBANZA

23 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hemos pasado de aquellos ya lejanos años en los que no eras nadie si carecías de un vehículo a la actual época en la que te señalan cual demonio sin alma por ir en un cuatro ruedas. Sin embargo, se pierde de vista la importancia de un sector como el de la automoción. Pensemos en Galicia y en Vigo. En España, según los datos oficiales, la automoción y todas las empresas y servicios auxiliares suponen 450.000 empleos. Desconozco cuántos se crean con la fabricación de bicicletas o patinetes, puede que también lleguen a ser un sector esencial.

Todos queremos ciudades más humanas, y también carreteras más seguras con la colaboración de la totalidad de los usuarios. Los automovilistas pagan impuestos con cada repostaje y hasta llegó a aplicarse un céntimo para cubrir gastos sanitarios, además de abonar anualmente el impuesto de circulación, el importe correspondiente por pasar la ITV y, si es el caso, el impuesto de matriculación. Ahora también se pretende el pago por el uso de las autovías e, incluso, por el número de veces al año que se coge el coche. Cabría aguardar que si hay que compartir las vías con otros vehículos de dos ruedas que no sean las motos -estas tampoco están sujetas a exenciones-, todos tengan que aportar su parte de cuota en el sostenimiento de las calzadas y estén sujetos a medidas de control.

En materia de seguridad, está claro que la velocidad nunca ha sido buena. Sin embargo, si deben compartir vías usuarios con carrocería y airbag con otros que no llevan nada de eso, unos arcenes en condiciones -o carriles específicos- y cunetas limpias también son determinantes.