Las luminarias del ahorro energético dejan sin fondos las arcas locales de Barbanza

A. Gerpe / Xoán R. Alvite RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Alvite

O Son y Lousame no recibieron la subvención de las obras acabadas hace más de 18 meses

19 jun 2021 . Actualizado a las 21:50 h.

Buena parte de los ayuntamientos del área de Barbanza se acogieron sin dudarlo al plan de ayudas para la sustitución de luminarias de vapor de sodio por las led de bajo consumo. El ahorro que implica este cambio para las arcas municipales significa reducir más de la mitad la factura energética anual, a lo que debe añadirse el beneficio medioambiental. Por si las ventajas anteriores fueran insuficientes, el triángulo perfecto es que a través del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) pueden conseguirse subvenciones para financiar entre el 70 y el 80 % del gasto. Con estas premisas no es de extrañar que las Administraciones locales se apurasen para meter sus proyectos.

Incluso el gobierno en minoría de Carnota, por ejemplo, llevó tres veces el asunto a pleno hasta que consiguió verlo aprobado. Sin embargo, los concellos más adelantados en este proceso de reemplazo de luminarias a través de los fondos IDAE procedentes de Europa, como Porto do Son y Lousame, acaban de toparse con una desagradable sorpresa: el retraso en el pago. La demora por parte del ministerio en realizar el abono una vez justificado el gasto supera el año y medio, lo que constituye un auténtico problema porque deja sin fondos las arcas municipales. Dependiendo de los ahorros existentes, puede verse comprometida la estabilidad presupuestaria que desde Madrid exigen cumplir a los ayuntamientos.

Esto se debe a que las entidades locales deben adelantar sumas importantes de dinero, que oscilan entre los 700.000 o los 900.000 euros. Si la subvención tarda en recibirse, las finanzas locales quedan comprometidas.

 Renuncia 

Las dificultades para obtener la subvención son la causa, explica la alcaldesa de Lousame, Teresa Villaverde, de que el Concello decidiera renunciar a la segunda fase del plan. Comenta la regidora que en el 2019 acometieron la primera intervención, con un desembolso de 179.000 euros.

Sin embargo, el dinero sigue sin llegar: «Non puidemos xustificar o gasto porque a plataforma para facelo non está aberta». El nuevo proyecto de cambio implica un desembolso de 900.000 euros y, en vista de lo ocurrido, Teresa Villaverde afirma que «non podemos someter ao Concello a unha débeda desa magnitude».

En Porto do Son no tienen problemas de liquidez, pero la teniente de alcalde, María Maneiro, señala que no percibieron ninguna de las dos anualidades, cuyo importe se eleva a 800.000 euros. Recuerda que se pusieron en contacto con el departamento ministerial para conocer la causa del retraso y en la repuesta recibida, además de las disculpas por la demora en la tramitación del expediente, se indica que esta «responde exclusivamente a la falta de medios humanos para poder evaluar todo el volumen de expedientes acumulados en esta fase de formalización de contrataciones».

Donde también se están topando con dificultades es en A Pobra. El alcalde, Xosé Lois Piñeiro, explica que tras haber efectuado la actuación y justificado el gasto «non deixan de chegar requerimentos. Cada vez que respondemos a un vén outro». Asegura que considera ilógicas algunas de las indicaciones: «Dinnos que non tiñamos calculado o previo, pero é que fixemos unha auditoría na que figuraban os datos exactos. Agora dinnos que fagamos unha estimación e levarémolo a cabo, aínda que co informe que remitimos entendemos que non sería necesario».

Piñeiro comenta que la última factura la abonaron a principios de año. Indica que su mayor preocupación son las notificaciones: «Isto parece o conto de nunca acabar».

 

La demora en el cobro trastoca los planes para emplear el remanente en Mazaricos

El gobierno de Mazaricos tenía definida la inversión a la que iba a destinar los 1,9 millones de euros de su remanente, un programa que se ha visto trastocado al tener conocimiento de los retrasos que están sufriendo los ayuntamientos para cobrar la ayuda del cambio de luminarias. Precisamente, ese es el trabajo que está acometiéndose ahora en todo el término municipal.

Afirman desde el Concello que tienen que dotar de crédito el desembolso que implica la actuación, que asciende a 900.000 euros, sin comprometer las arcas locales. La otra alternativa sería solicitar un préstamo, a la que han recurrido algunos ayuntamientos. Sin embargo, en Mazaricos lo descartan para no romper la regla de gasto.

En Muros, la regidora, Inés Monteagudo, comenta que iban a solicitar la ayuda para afrontar la inversión, que ronda el medio millón de euros. Sin embargo, la alcaldesa manifiesta haber tenido conocimiento de los problemas que están registrándose y decidieron no continuar con el procedimiento: «La gestión que tiene el IDAE nos echó para atrás. Es mucho dinero y podría acarrearnos dificultades».

Comprometidos

Muchas son las exigencias que deben cumplir los ayuntamientos a nivel económico. La regla de gasto, la estabilidad presupuestaria, el pago a proveedores. Resulta sorprendente que quienes dictan las normas no actúen luego con la diligencia debida y que coloquen a las finanzas locales en una situación comprometida.