Lanzan un SOS para salvar el puente medieval de Xuño

María Xosé Blanco Giráldez
M. X. Blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

marcos creo

Las raíces de dos árboles podrían estar amenazando la estructura

05 may 2021 . Actualizado a las 20:54 h.

Es una de las joyas turísticas y patrimoniales de Barbanza, pero hay quien cree que, si no se actúa con rapidez, tiene los días contados. Se trata del puente medieval de Xuño, una original construcción de piedra que atraviesa el río Sieira. Quienes han lanzado un SOS para tratar de salvarlo aseguran que el peligro radica en las raíces de dos árboles que han crecido en uno de los extremos del viaducto, hasta alcanzar un tamaño considerable.

El poder que tienen las raíces de estos ejemplares es de sobra conocido. Basta ver los efectos que causan en pavimentos de losas, cemento o incluso asfalto, llegando a levantarlos y a provocar grandes grietas. El riesgo suele ser proporcional al tamaño de los árboles y como los que están en uno de los extremos del arco que forma el puente de Xuño tienen varios metros de altura y un grosor considerable en el tronco, hay quien opina que el peligro de que haya desperfectos es inminente.

«Estas raíces poden acadar varios metros e, por estar ao lado dun río, teñen un poder aínda maior, propio da madeira cando incha. Acabarán actuando sobre a base da ponte, que corre o perigo de virse abaixo». Quien lo dice es Manuel Cartea, el presidente de la asociación cultural Barbantia, que urge la actuación de especialistas en patrimonio, para que realicen una investigación y determinen las medidas a adoptar.

 Riesgo inminente

Él está convencido de que el riesgo de derrumbe es inminente y de producirse, supondría una pérdida irreparable para la riqueza patrimonial de Porto do Son y de Barbanza en general. El de Xuño es un acueducto construido en piedra de sillería, con un solo arco ligeramente apuntado y sostenido únicamente por la presión que ejercen sus piedras entre sí.

En el pasado, el puente fue motivo de discusión, puesto que en un principio se consideraba una pieza perteneciente a la época romana, aunque estudios realizados posteriormente lo catalogaron como medieval. Incluso se puso sobre la mesa una tercera hipótesis, según la cual se habría construido aprovechando las ruinas de una estructura romana anterior.

En lo que todos los estudiosos coincidieron siempre fue en el gran valor que tiene la construcción, que se ve incrementado por el bosque de frondosas especies de ribera en el que se encuentra situado. Pena que sean dos de esos ejemplares los que ahora han encendido las alarmas. Para detenerlas, bastaría que las autoridades competentes en la material encargaran la realización de un estudio que determinara si existe peligro de real de derrumbe.