EFM Boiro femenino: Un bloque justo, pero listo para luchar

S. Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

El bloque. Arriba, de izquierda a derecha, están: el segundo entrenador Miguel Viturro, María Rebollido, Laura Vila, Uxía Ramallo, Gabriela González, Noa Sánchez, Leticia Chaves, Andrea Dosil y el técnico David Parada. Abajo forman Ana Bermúdez, Alba Lojo, Marta Domínguez, Beatriz Conde, Eva Regueira, Sara Carreño. Faltan Laura Laíño, Marta Regos, Adriana Quintáns, Uxía Sampayo, Andrea Oliveira y Mila Fernández
El bloque. Arriba, de izquierda a derecha, están: el segundo entrenador Miguel Viturro, María Rebollido, Laura Vila, Uxía Ramallo, Gabriela González, Noa Sánchez, Leticia Chaves, Andrea Dosil y el técnico David Parada. Abajo forman Ana Bermúdez, Alba Lojo, Marta Domínguez, Beatriz Conde, Eva Regueira, Sara Carreño. Faltan Laura Laíño, Marta Regos, Adriana Quintáns, Uxía Sampayo, Andrea Oliveira y Mila Fernández MARCOS CREO

La pandemia ha dejado bajas en el equipo, que logró su primera victoria ante el Aguiño

21 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Quien diga lo contrario, miente. Este no ha sido el mejor año para el fútbol humilde. Pero mientras el mundo del deporte rey sigue inmerso en el multimillonario debate de la Superliga, las jugadoras del EFM Boiro femenino siguen entrenándose en Vista Alegre sin poner excusas. Son pocas, reconoce su técnico, David Parada, pero rodadas, guerreras y comprometidas. Contra el Xuventú Aguiño lograron su primera victoria de la temporada. Y esperan que no sea la última.

«Non foi fácil volver con isto da pandemia, pero estamos moi contentos», reconoce un David Parada que destaca esas ganas de colaborar que han mostrado todas las futbolistas: «Non faltan a adestrar, custounos arrancar, pero non perderon as gañas de prepararse». Inmersos en la batalla de la primera división gallega, el conjunto de Vista Alegre ha hecho valer su experiencia para adaptarse a una liga que cada año es más exigente. El fútbol femenino crece a pasos agigantados y sus deportistas, con él: «As que queren competir teñen que facelo nesta liga. É máis física, hai máis disputas. Se tes un baixón acabas perdendo, as rivais créanche moito perigo».

Después de perder a Melanie García, la gran pichichi del equipo durante las últimas temporadas, el Boiro logró recuperar a la que es la líder espiritual del conjunto, la capitana Eva Regueira: «Sabía que estábamos xustos e volveu. É unha persoa que está comprometida co equipo e que aporta esa garra e experiencia que sempre fai falla en calquera vestiario».

Como referente para todas las futbolistas se encuentra Mila Fernández, quien compitió en el equipo y que ahora ejerce como delegada. «É a nai de todas», reconoce un David Parada que considera que esta temporada, al no haber descensos, toca poner toda la carne en el asador para cohesionar al bloque y que las jugadoras con menos experiencia se adapten y cojan kilómetros de cara a los cursos venideros: «Queremos seguir nesta liga os próximos anos».

El estilo

La baja de Melanie ha obligado al equipo a reinventarse, de ahí que se haya optado por un juego en el que se aprovecha el talento con el balón de jugadoras como Gabriela y Eva, así como con la velocidad de Noa o María. El objetivo, crear peligro a las rivales que dejen espacio a su espalda.

«Podes ter unha idea do que queres, pero logo tes que adaptarte aos contrincantes. Contra o Antas xogamos un bo partido, pero non estivemos ben no balón parado e terminamos perdendo. Son aspectos a mellorar», apunta Parada, quien cree que con las últimas incorporaciones el equipo también tendrá más oxígeno.

A pesar de que el covid las obligó a frenar de la peor manera, las guerras de Boiro están listas para luchar. Y lo demostrarán en lo que queda de temporada. La liga gallega ya sabe del potencial del campo de Vista Alegre.