La brecha demográfica crece en Barbanza: ya hay un jubilado por cada trabajador

Xoán Ramón Alvite Alvite
Xoán ramón Alvite MAZARICOS / LA VOZ

BARBANZA

La comarca tiene 36.004 pensionistas y 36.082 afiliados a la Seguridad Social

21 mar 2021 . Actualizado a las 10:53 h.

Las pensiones dejarán pronto de ser sostenibles en territorio barbanzano. Dicho de otra manera, en poco tiempo el número de perceptores de rentas públicas por retiro ya será mayor que el de cotizantes a la Seguridad Social. A finales de diciembre, de hecho, la proporción era prácticamente idéntica, con un total de 36.004 pensionistas por 36.082 afiliados. Teniendo en cuenta la evolución de los padrones de habitantes de la mayoría de municipios de la zona todo apunta, sin embargo, que a mediados de año el colectivo de los jubilados ya superará en más de medio millar al de los empleados.

Este escenario ya se produce en los ayuntamientos de Mazaricos, Outes, Carnota o Muros, donde el número de perceptores de un subsidio público ya sobrepasa en más de 400 personas al de cotizantes. Menores son los saldos, sin embargo, que se registran en Lousame y Porto do Son, con unas diferencias negativas de 81 y 17 personas, respectivamente. En una situación intermedia -alrededor de 400 ocupados más que retirados- se encuentran A Pobra y Rianxo, mientras que las mejores cifras se registran en Noia (1.004 activos más) y, principalmente, en Boiro y Ribeira, donde el diferencial entre los que se encuentran trabajando supera en millar y medio a los que cobran una prestación pública.

Bien es cierto que esta coyuntura comarcal no tiene, a efectos prácticos, mayor importancia para los vecinos de la zona dado que el sistema público de protección se nutre de una hucha única a nivel estatal. Sí sirve, sin embargo, para constatar como una evolución demográfica negativa, similar a la que atraviesa Barbanza, puede acarrear graves repercusiones sobre la economía y la protección social de un determinado territorio.

Las opciones

De hecho, desde entidades privadas y diferentes organismos públicos -el Tribunal de Cuentas o el Banco de España, son dos de ellos- alertan sobre las dificultades que, a medio plazo, tendrá mantener las pensiones si no se realiza una profunda modificación del actual sistema.

Entre las principales soluciones que plantean los entendidos se encuentra la apuesta por el ahorro personal o la prolongación de la edad de jubilación con incentivos para los trabajadores de más de 64 años, junto a otras de marcado carácter demográfico. Medidas estas últimas que tampoco parecen fáciles de cumplir para la mayoría de municipios del área barbanzana, dado que se centran en el fomento de la natalidad y en una política migratoria que vaya acompasada con el mercado laboral.

En este sentido, lejos de mejorar, todo apunta a que la situación va a empeorar todavía más en la comarca si se tienen en cuenta las proyecciones de población que realiza el Instituto Galego de Estatística. Estudios que concluyen que, durante los próximos 15 años, por cada nacimiento que se registre en la zona se promediarán tres fallecimientos. Del mismo modo, también se pronostica un saldo migratorio que arroja un balance claramente negativo, con la salida hacia otras zonas de 9.000 personas en edad laboral más de las que vendrán a la zona. En resumen, un escenario dramático que supondrá la pérdida de más de 14.000 habitantes, cifra similar a la población que tiene en la actualidad el municipio de Noia.

Evitar esta situación que se repite de forma invariable en buena parte de la Galicia interior pasa, según los expertos, por la dotación y mejora de servicios en el entorno rural, mejoras activas de empleo que palíen la falta de oportunidades laborales en muchos ámbitos y la apuesta por sectores productivos como el agroganadero, que permitiría la fijación de población en las áreas rurales.

Los mayores de 65 años triplicarán a los menores de 20 en el 2035

Si mal pintan las cosas a corto plazo, peores son aún las previsiones a quince años vista. Tanto es así que, de cumplirse las proyecciones de población realizadas por el Instituto Galego de Estatística (IGE), en el año 2035 el colectivo de los que superan los 65 años —35.549 personas— triplicarán al de los que no alcanzan la veintena, que serán solo 12.083.

Son las consecuencias directas de la conjunción de un mal balance migratorio y un crecimiento vegetativo —diferencia entre nacimientos y defunciones— en números rojos. Variables que también inciden en el envejecimiento de la población hasta el punto de que, en apenas tres lustros, la edad media de los barbanzanos se incrementará en algo más de cinco años, pasando de los 42 actuales a los más de 52 que se estiman para esa fecha.

Evitar esta situación requiere de la puesta en marcha de medidas sociales y económicas.

Tres datos destacables del problema de Barbanza

Pensionistas: 36.004

En el conjunto del área barbanzana están a punto de superar a los cotizantes, que suman un total de 36.082.

Habitantes: 14.290

De cumplirse la proyección del IGE, la comarca perderá 14.290 vecinos en quince años.

Años: 52,7

La edad media de la población en el 2035 será cinco años mayor que la actual.