El borde marítimo de Portosín que camina hacia su humanización

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

El proyectado derribo del colegio constituirá el primer paso para que la playa recupere espacio frente al asfalto y el tráfico

15 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Inmerso en la ansiada transformación de la fachada marítima de la villa sonense, otro gran proyecto vinculado al borde litoral aguarda al municipio sonense. Las miradas del Concello están puestas en el paseo marítimo de Coira, en la localidad de Portosín. El mandatario, Luis Oujo, avanza cuáles son las pretensiones: «Queremos que sexa un paseo, non un vial como é agora».

La primera e imprescindible actuación es el derribo del colegio emplazado en uno de sus extremos. Es necesario porque debido a su proximidad al mar el centro sufre un cúmulo de problemas y, además, porque sin su eliminación el cambio de imagen de la zona resulta inviable. Todo está ya en marcha, con la participación de la Consellería de Educación y la Demarcación de Costas del Estado, para el traslado del recinto a una parcela cedida por el Ayuntamiento.

Como todos los procesos administrativos, la materialización del proyecto llevará su tiempo. Sin embargo, desde el Ayuntamiento indican que la maquinaria burocrática está en funcionamiento y que existe una idea clara del cambio que pretende darse al lugar. Afirma Luis Oujo que la obra será un paso más «nos traballos de recuperación da contorna que se levan feitos ata o momento».

Lo cierto es que al paseo le hace falta una intervención. Las raíces de las palmeras que lo flanquean están levantando las losetas del espacio peatonal. El murete que contiene la arena difícilmente cumple su función cuando llegan los temporales y también será preciso actuar en la calzada en cuanto la lluvia conceda una tregua , porque este duro invierno ha dejado sentir sus efectos en el asfalto.

Espacio de servicios

La teniente de alcalde, María Maneiro, detalla que la pretensión es devolver protagonismo a la playa, de forma que gane terreno frente al pavimento.

El tráfico rodado continuará, dado que resulta imposible erradicarlo, pero los viales se reducirán al mínimo posible para humanizar el entorno convirtiéndolo en un espacio de servicios. De esta forma, los establecimientos hosteleros podrán adquirir mayor relevancia e, incluso, se favorecerá la instalación de nuevos negocios que den servicio a los habitantes y a los numerosos turistas que recibe Portosín.

Con alternativa a los aparcamientos ya se ha pensado en habilitar un estacionamiento disuasorio en uno de los extremos. Desde luego, también se cambiará el mobiliario urbano.

El Concello trabaja ya en el plan especial que permitirá realizar los cambios, mientras que desde Costas, precisa Maneiro, licitan el proyecto de recuperación del terreno que ocupa el colegio.