Presupuestos participativos

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla BARRIO DEL PIGNETO

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

08 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Seguir modas sin una mentalidad crítica trae problemas. El primero, que con el tiempo puedes encontrarte fotos en las que sales con pantalones de campana, hombreras, pendientes de diamantes, el flequillo teñido de rubio platino y un tatuaje de tribales en la nuca. Como reza el refrán, cuando no hay viento, hasta las veletas parece que tienen carácter.

Pero exceptuando los pisos en multipropiedad y los tatuajes en la cara que sorprendentemente tanto se llevan ahora, las modas no tienen nada malo. Esas fotos nos sirven para reírnos de nosotros mismos. ¿Qué queremos? Buscamos llamar la atención, sentirnos integrados y formar parte de algún rebaño. Es algo innato al ser humano. También muestran otra cosa, que el mercado nos intenta vender artículos que no necesitamos. No, en serio, no necesitas el iPhone 12 si tienes el 11. Si puedes, piénsatelo dos veces antes de tatuarte esa lágrima en la mejilla. Pero bueno no dejan de ser cafradas que solo nos dañan a nosotros. Lo digo con conocimiento de causa: llevé bastante tiempo las patillas cortadas en varios cachos. Hay fotos. Por desgracia.

Lo que sí veo problemático es que las instituciones caigan en modas que, si rascasen, verían que son puro márketing. Publicamos esta semana que el Concello de Ribeira reservará 100.000 euros para presupuestos participativos, pura parafernalia de Podemos para vender otra forma de hacer política que ahora que gobiernan no se ve en ningún lado. Me pregunto si esos 100.000 euros se convertirán en el enésimo concurso de popularidad de Facebook. ¿Cuántos de ustedes creen que entre sanear la ría y construir un parque de atracciones se elegiría la primera opción? Pues eso.