Emprendedores de Barbanza le plantan cara al covid

Ana Gerpe Varela
a. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Javier Olmedo
Javier Olmedo Marcos Creo

En plena crisis sanitaria siguen aflorando nuevos negocios, incluso en sectores como el de la hostelería, que atraviesa por una difícil etapa a consecuencia de los cierres forzosos

07 feb 2021 . Actualizado a las 20:36 h.

El dinamismo emprendedor de Barbanza está dispuesto a plantarle cara al coronavirus. Entre marzo y septiembre del 2020 se crearon en la comarca más de medio centenar de empresas, una cifra superior a la del mismo período del 2019. La tónica continúa porque en plena crisis sanitaria, y frente a la incertidumbre económica, siguen aflorando nuevos negocios. Incluso en sectores como el de la hostelería, que atraviesa por una difícil etapa a consecuencia de los cierres forzosos 

«Solicité un préstamo ICO para abrir el nuevo local»

El cocinero Jorge Matosián es un auténtico superviviente. El 1 de noviembre, un incendio reducía a escombros el Miramar, el restaurante en el que llevaba 12 años trabajando. Había que pensar en el futuro y Matosián decidió afrontar la aventura de establecerse por su cuenta. La alternativa pasaba por la hostelería y tras una intensa búsqueda encontró, en el centro de Boiro, un bajo en alquiler que anteriormente había albergado un establecimiento de este tipo: «Está montado y casi nuevo, siempre fue tentador para mi tener mi propio negocio. La gente me conoce y eso me da esperanzas».

Eligió el nombre, Fuxion, y empezó a moverse: «No puedo estar mucho tiempo parado. Solicité un préstamo ICO para abrir el nuevo local y contacté con proveedores». Su empuje topó con el freno de la maldita pandemia, porque debido a las restricciones impuestas a la hostelería todavía no ha podido abrirlo: «Mi intención es hacer raciones a un coste asequible y menús del día de distintos precios». Mientras no se levante el cierre forzoso, Jorge Matosián comenta que aguanta como puede: «Estoy viviendo de los ahorros».

«Veía potencial en este bajo y no quería dejarlo escapar»

Javier Olmedo
Javier Olmedo Marcos Creo

Hace cinco años, Javier Olmedo puso en marcha una cafetería en Noia y el pasado diciembre levantó la verja de su segundo local, Baobab, un negocio especializado en arroces. Comenzó a arreglarlo con la pandemia causando estragos: «Veía potencial a este bajo y no quería dejarlo escapar. Arriesgué, porque lo hemos cambiado al 100 %». Fue una reforma integral en la que invirtió un dinero que le va a costar recuperar. Para empezar, solo durante un puñado de días pudo funcionar con aforo limitado en el interior. Después vinieron el cierre perimetral de Noia y, acto seguido, las restricciones máximas decretadas por la Xunta de Galicia: «No puedes arrepentirte de lo que haces. Ahora es una ruina, porque cada día que abres pierdes dinero, pero hay que tirar para delante hasta que esto pase».

Ante la adversidad, Olmedo dice que «hay que reinventarse. Hemos comenzado a realizar arroces de autor, con bogavante y alcachofa o de lacón con grelos. Son para un mínimo de dos comensales y sale a ocho euros por persona. Hay que mover el producto». Desde su cocina sirve pedidos a Noia y Porto do Son.

«Es una apuesta personal, el miedo es inmovilizador»

Lucas Pan
Lucas Pan Carmela Queijeiro

Circunstancias familiares motivaron que Lucas Pan, dedicado al sector de la hostelería en A Coruña y que llegó a regentar cuatro restaurantes, estableciera su residencia en Boiro. Hombre versátil, dispuesto a afrontar cualquier reto, decidió cambiar por completo de actividad. En parte, para liberarse de las ataduras de la hostelería y disponer de más tiempo con los suyos.

Tras realizar un análisis de las alternativas de mercado en la comarca decidió abrir un comercio especializado en productos de descanso, Flex Moe: «Vimos que no había en Boiro, A Pobra y Rianxo ninguna tienda dedicada a este segmento». Cuando se le pregunta por el riesgo de empezar con un negocio en un momento como el actual, Pan sentencia: «Es una apuesta personal, el miedo es inmovilizador. No puedes dejarte atrapar, aunque siempre debes tener un plan alternativo». Está satisfecho por como van las cosas en el poco tiempo que lleva, pese a que las restricciones le obligan a cerrar a las seis de la tarde: «He variado el horario y abro de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 18.00. Además, he puesto un teléfono para atender a los clientes».

«Temí que fuese un desastre, pero estoy satisfecha»

CARMELA QUEIJEIRO

Crear salud es el pilar sobre el que se sustenta el establecimiento que ha puesto en marcha en Ribeira Laura Rial, tras un exhaustivo período formativo y una experiencia profesional previa. Con un ciclo superior de Nutrición y Dietética, esta outiense se especializó en macrobiótica en el Instituto Macrobiótico de Valencia y posteriormente estuvo en Inglaterra para formarse como terapeuta mediante el empleo de flores de Bach. Durante un tiempo estuvo al frente de un pequeño despacho en Ourense, pero ahora acaba de convertir en realidad su objetivo.

El negocio recibe el nombre de A Arte da Saúde y Laura Rial lo define como un lugar «en el que se trabaja la salud desde un punto de vista natural». Mediante cita previa, atiende a los clientes en sesiones de una o dos horas, buscando a través de una buena alimentación y otros aspectos subsanar las carencias de quienes acuden a su consulta.

Talleres de cocina

La crisis sanitaria le impide ofrecer toda su gama de servicios: «Realizaré talleres de cocina, que ahora no puedo llevar a cabo por las restricciones».

Afrontar el reto de establecerse por su cuenta en circunstancias tan inestables como las actuales no es fácil y Laura Rial se sincera al expresar: «Temí que fuese un desastre, pero estoy satisfecha». Lo cierto es que sus actividades previas le permitieron hacerse con una cartera de clientes: «La gente está respondiendo, en cierto sentido ellos fueron los que me condujeron a dar este paso».

Puede que la crisis sanitaria haya despertado la sensibilidad de los ciudadanos por un tipo de vida más saludable, que Laura Rial puede ayudarles a gestionar.

En cuanto a la inversión realizada para la puesta en marcha del establecimiento, la profesional relata que cuenta con el respaldo de su madre. Este apoyo le ha permitido afrontar los gastos sin necesidad de recurrir a un préstamo. Ahora, el objetivo es seguir creciendo y aguardar a que la incidencia del coronavirus disminuya para que pueda poner en marcha todas sus actividades, dentro y fuera del establecimiento.