El Rivas noqueó a un Noia que cayó derrotado por primera vez en liga

s. gÓMEZ

BARBANZA

NOIA P. A.

Los barbanzanos se estrellaron contra el portero local, un Jesús Quiles imbatible

23 ene 2021 . Actualizado a las 20:54 h.

En Rivas, donde salvó el cuello en el 2019, fue el lugar que eligió el Noia Portus Apostoli para caer derrotado por primera vez en esta liga. Cuando buscaba su décima victoria, el bloque de Marlon Velasco se topó con su némesis. Porque el Rivas fue un calco de la mejor versión del bloque barbanzano: Duro en el repliegue, intenso en cada balón, sin dudas para meter la pierna. Así se mostraron los madrileños, que arrollaron a un Noia que debe ahora hacer borrón y cuenta nueva.

El duelo arrancó con buen ritmo, aunque con múltiples imprecisiones. Los ocho jugadores de campo apretaban, pero las ocasiones tardaron en llegar. Antes lo hizo la polémica, pues los madrileños no dudaron en quejarse de la actuación arbitral. Para «confirmar» sus sospechas, el 0-1 llegó tras una posible falta a Adri Oro que Rangel aprovechó para fintar a un zaguero y poner el balón en la escuadra.

Pero ni tras el primer gancho de derechas se entregó el Rivas, que siguió incomodando al líder del grupo. No tardó en meterle el dedo en el ojo porque Adri Oro, antes villano, se convirtió en héroe tras robar un balón a Álex Pérez y poner las tablas. 1-1.

Recital

El tanto avivó al Rivas, que avasalló a los barbanzanos. El 2-1 subió al marcador en el último minuto de la primera mitad tras un zapatazo de primeras de Chino que batió por bajo a Pérez. Y la puntilla no tardó en llegar. Albert, de un cañonazo impecable, firmó el 3-1 cuando el encuentro rondaba los vestuarios.

No varió el guion en el segundo tiempo. El Rivas siguió apretando, dificultando la salida de balón de los de Marlon Velasco, que no fueron capaces de encontrarse, ni ofensivamente ni defensivamente.

Así llegó el gol de Hugo, que robó un balón en la frontal para hacer el 4-1 ante un Domingo Asensio que poco pudo hacer para evitar el tanto. Rafita firmó el quinto para dejar finiquitado el duelo. Ni con portero-jugador tuvo colmillo un Noia que maquilló el resultado con el 5-2. Lo hizo Ballano en propia puerta. Los delanteros barbanzanos no estaban para más historias.