Kaméleon Vintage: La tienda de ropa «vintage» que nació entre Italia y Wallapop

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Sandra Alonso

El joven empresario ribeirense Felipe Ces ha abierto su primer comercio físico en Santiago tras triunfar en Internet

10 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Una pierna rota, mucho tiempo para pensar y un Erasmus en Bulgaria fueron el caldo de cultivo que llevó a Felipe Ces (Ribeira, 1995) a sumergirse en el mundo y el negocio de la ropa retro. Su proyecto Kaméleon Vintage nació en Wallapop, maduró en Internet y ahora se ha hecho mayor convirtiéndose en tienda física. En el número 65 de la avenida Rosalía de Castro de Santiago de Compostela, donde durante años estuvo la Librería Fonseca, desde hace poco más de un mes se ha abierto una puerta a un estilo de vestir y de vida que crece exponencialmente entre las generaciones millenial y zeta. Él ha decidido coger y surfear esa ola.

«Surgió en un viaje a Italia que hice hace unos cinco años. En los mercados de segundo mano vi que la ropa vintage era impresionante, no estaba acostumbrado a ver cosas de ese estilo y además estaba tirada de precio. Podía quitarle algo de rentabilidad y empecé a venderla a través de Wallapop», explica el barbanzano. Lo que comenzó de casualidad, como una manera de sacarse algo de dinero, terminó por conformarse como un sólido negocio online. El siguiente paso lo dio durante su Erasmus en Bulgaria, época en la que también preparó su trabajo final de grado. ¿El objetivo? Crear una tienda online. Evidentemente, de ropa retro. ¿De qué estilo podría ser si no? «Pensé en que ya que tenía que hacer el proyecto podía sacarle aprovecho», explica.

Le sobró tiempo para preparar su plan. Mientras vivía en los Balcanes se rompió una pierna, lo que le obligó a pasar cuatro meses apoyado en dos muletas. «Tuve tiempo para estudiar posicionamiento web, markéting online... A Google le caímos bien y nos colocó bien, pero aún así hay que pagarle mucho dinero a Facebook», afirma entre risas.

 Autobús y carretera

Pero para tener ropa que vender en la web, primero hay que ir a buscarla: «Cuando estaba en Bulgaria cogía un horario de los autobuses y un mapa con unas 24 tiendas de segunda mano e iba comprando ropa en todas». En el momento en que se terminó su periplo por Europa del Este empezó a viajar más a Italia: «Es más rentable. Voy mucho a Roma, hay mercadillos que están genial, pero también visito pueblos más pequeños».

El auge de la ropa retro que a él le permitió abrir kameleonvintage.com también lo aprovecharon otros. Cuando hay demanda, la oferta nace sola: «Desde la primera vez que estuve en Italia a ahora, los precios se han multiplicado por cinco. Esta ropa está de moda y ya no es tan barata. Encontrar prendas de calidad es cada vez más difícil».

Sandra Alonso

Explica que lo más buscado son camisetas de fútbol y sudaderas Adidas y Nike de los 80 y 90: «Mucha gente está dispuesta a pagar bastante dinero, pero los proveedores ya tienen sus tiendas y las mejores prendas se las quedan o se las venden a clientes que compran toneladas cada mes. Y ahí es muy difícil competir».

Lo que comenzó con unos cinco viajes al año, pasó después a casi una visita a Italia cada mes: «Primero traía la ropa en maletas facturadas, luego pedía en los hostales que me enviaran los sacos de ropa y ahora tengo un transportista de mano que me pasa por todos los proveedores y me manda palets con ropa».

 Lo más extraño

Felipe Ces explica que los proveedores en Italia son un mundo aparte: «No voy tanto a grandes almacenes, que también, pero sobre todo compro en tiendas más pequeñas. La mayoría las regenta gente mayor, que llevan años ya trabajando allí. Recuerdo una de una mujer que tenía toda la tienda llena de camisetas de Jesucristo y vírgenes. Me fliparon y le quise comprar unas. Me replicó que no estaban en venta, que las tenía porque era muy religiosa y me acabó enseñando un grupo de Whatsapp en el que todos los días hablaban de un versículo».

Esas historias también las ha roto el covid: «Ahora con la pandemia ya no puedo viajar. Mientras desayuno hago videollamadas con proveedores que me van enseñando las prendas. Espero que, en cuanto abran las fronteras, pueda volver a viajar». Ahora toca seguir poniendo a punto la tienda de Rosalía de Castro: «Llevamos un mes y medio y aún hay mucho trabajo que hacer».

Confiesa que han capeado bien el temporal, aunque «¿Si no vas a salir de casa para qué vas a comprar ropa? La pandemia se nota, pero dentro de lo que cabe, no nos podemos quejar». Con envíos a toda la Península y a países como Francia, Italia o Alemania, el objetivo es seguir creciendo desde Santiago. En el número 65 de Rosalía de Castro, Kaméleon Vintage ha abierto sus puertas hacia un mundo que nació entre Wallapop e Italia.