Toni Boado: Sexto dan en taekuondo y una vida implicado en las artes marciales

S. Gómez

BARBANZA

MARCOS CREO

El noiés, segundo entrenador del Maniotas, también coordina el equipo de la USC

06 ene 2021 . Actualizado a las 15:40 h.

Las artes marciales fueron el mecanismo con el que romper su timidez, pero para Antonio Boado (Noia, 1981) se convirtieron en una pasión que más tarde sería su forma de vida. Conocido por todos como Toni, este barbanzano que ejerce como segundo entrenador del gimnasio Maniotas y como coordinador del equipo de taekuondo de la USC, ha recibido la noticia que llevaba meses esperando. La federación lo ha honrado con el sexto dan, un paso más en una trayectoria en la que la pasión por el deporte es el pilar que lo sostiene todo.

«Empecei a practicar taekuondo aos 12 anos, na Corredoira, en Noia, onde nos adestraba o Coreano. Logo estivemos con José Antonio Veiga, tanto eu coma Chema [Salanova]. Cando Chema pasou a ser o profesor, todos os que estábamos alí fomos con el», explica Boado sobre su comienzo en un mundo que lo ha llevado a probar y profundizar en disciplinas como el wushu, el jiu-jitsu brasileño y el boxeo.

Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, ha tocado todos los palos de su disciplina. Su título como técnico nacional de boxeo lo llevó a formar parte de la Blume, la residencia de alto rendimiento de Madrid, donde se encontró con algunos de los mejores púgiles del país: «Levaba adestrando ao taekuondo toda a vida e tiña claro como se traballaba. Escollín o boxeo porque era outro dos meus deportes e quería saber como se preparaba aos mellores».

Tokio 2021

Esa etapa en Madrid lo llevó a formar parte del proyecto School Boys, programa destinado a reclutar a los jóvenes talentos que ocuparán el lugar de los deportistas que acudirán a las próximas olimpiadas.«Creo que tanto en masculino como en feminino, España conta cos dous mellores equipos dende fai moitísimos anos. Penso que desta volta é o momento do boxeo español, hai esperanzas en conseguir moitas medallas», destaca.

Tras trabajar con los mejores del país, Boado volvió a Galicia para recalar como coordinador en A Cachada, en Boiro, donde se probó como gestor deportivo, la última pata que le faltaba tras ser formador y competidor. Sobre qué es lo que más le llama del deporte, confiesa que «é miña vida. Xa non só coas artes marciais, senón con todo».

De su trabajo al frente de la sección de taekuondo de la Universidade de Santiago de Compostela afirma que ha conseguido dar pasos: «Temos dúas clases, unha de iniciación e outra de perfeccionamento, que xa é máis ben combate. Son cintos altos». De los seis alumnos con los que comenzó alcanzó la cifra de 60 el pasado año: «Agora coas restricións é máis complicado. É un lío, pero esperamos volver pronto».

El futuro

A Boado le gustaría reencontrarse pronto con el alto rendimiento: «Gústame o adestramento e como transforma á xente tanto a nivel físico como psicolóxico. Ese mundo atráeme moito, xa dende pequeno». Su sueño, continuar con un trabajo similar al que hizo con el equipo español de boxeo: «Estar cos deportistas antes das competicións e despois, e sobre todo as semanas xusto antes dunha proba importante».

Mientras, sigue creciendo en su última especialidad, el jiu-jitsu brasileño: «É o que máis me chama agora mesmo, porque é unha cousa que non coñezo e quero descubrila». Esta será la enésima arte marcial para un noiés que ya se ha ganado el sexto dan de taekuondo y que sueña con seguir vinculado, personal y profesionalmente, al deporte.