La posada de los artistas de la década de los 90

Carmen Fernández RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

LAURA MARTELO

Miguel Ángel Silvestre y Juan Diego se iniciaron en el ritual de la queimada en el Muradana

27 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Corrían los años 50 cuando el restaurante-hotel Muradana abría sus puertas. Maruxa y Pepe Senande, los actuales dueños, ni siquiera habían nacido cuando sus abuelos inauguraron el negocio. Fue pasando de generación en generación hasta llegar a las manos de estos hermanos hace ocho años. «Nuestra abuela venía de una familia de hosteleros de Carnota. Después lo regentaron nuestros padres hasta que lo heredamos nosotros», explica Maruxa Senande. Son muchos años de historias guardadas entre las paredes del local y protagonizadas no solo por los clientes más habituales, sino también por celebridades de todas las ramas.

El goteo de famosos se inició antes de que los hermanos Senande regentaran el restaurante-hotel, pero el encargado Agustín Caamaño, más conocido como Tino, guarda en su memoria más de 30 años de visitas ilustres. Los primeros recuerdos que llegan a la cabeza de Tino están protagonizados por los músicos de la década de los 90. «Muros tiña a discoteca Xaxum en funcionamento e viñan tocar grupos moi variados. Pasaron polo hotel e polo restaurante moitos artistas como Amistades Peligrosas , Celtas Cortos, Camela, Georgie Dam ou Azúcar Moreno», resume.

Algunos dejaron más huella que otros en su paso por el Muradana. Cristina del Valle, la cantante de Amistades Peligrosas, está en el primer grupo ya que consiguió dejar perplejo a Tino. «Pediume unha pescada con aceite de oliva. Cando lla servín preguntoume se podía quitarlle a espiña. Fíxeno e volvín servirlla e cando me ía vin como se poñía a amasar as patacas co peixe», relata Caamaño.

La visita de las Azúcar Moreno también se quedó grabada en su mente, incluso antes de que pusieran un pie en Muros. «Chamaron para reservar habitación e querían unha suite. Dixémoslle que eramos un hotel pequeno e non tiñamos, pero ofrecémoslles unhas habitacións con vistas ao mar e quedaron encantadas», recuerda Tino. De la estancia de los Celtas Cortos y de Camela destaca la cantidad de gente que se agolpaba a las puertas del Muradana para verlos.

 Como en su casa

Una palabra con la que Tino define al hotel-restaurante es familiar. El trato que reciben los huéspedes y comensales es muy cercano, tanto que algunos actores llegaron hasta la cocina, literalmente. El elenco de la película Todo es silencio se hospedó cerca de un mes y medio en el Muradana durante el rodaje. En ese tiempo era común cruzarse con Miguel Ángel Silvestre, Quim Gutiérrez o Juan Diego. Silvestre se sentía tan en casa que era uno más en los fogones. «Fixo moita amizade con Pepe. Cando quería algo xa non mo pedía a min, ía directamente á cociña. Gustáballe moito o polbo á grella», apunta Tino.

Hicieron tan buenas migas entre todos, que el día que finalizó el rodaje prepararon una cena de despedida en la que no faltaron varios ingredientes gallegos. «Xuntámonos 22 persoas e comemos xamón a coitelo, unha superpaella de marisco e logo fixemos unha queimada. Miguel Ángel Silvestre e Juan Diego leron o conxuro», cuenta el encargado del Muradana.

No todas las visitas que tuvieron se engloban en el mundo del espectáculo. Hace poco más de un año, el triatleta Iván Raña se hospedó en el hotel antes de una competición. «Veu para durmir porque ao día seguinte tiña un duatlón que levaba o seu nome. E gañouno. As brochetas de polbo con lagostinos que comeu aquí seguro que lle axudaron», comenta Tino. El futbolista Manolo Sanchís también hizo una parada en el Muradana para comer. Caamaño recuerda que iba con su familia y que se decantaron por hamburguesas de black angus y ternera.

 Castelo Rock

Numerosos grupos que participaron en el Castelo Rock pasaron por el hotel, como Heredeiros da Crus. Los británicos Skindred, liderados por Benji Webbe, eligieron el Muradana para pasar su estancia durante el último festival.

«Los cabezas de cartel no suelen quedarse en Muros, pero ellos sí que quisieron hacerlo», cuenta Maruxa Senande. Su presencia no pasó desapercibida y a pesar de no saber castellano fueron «muy educados y agradables».

Frank Cuesta, más conocido como Frank de la Jungla, estuvo en el hotel hace dos años. Tino señala que solo pasó una noche y aprovechó una grabación que tenía en A Coruña para acercarse a Muros.

Historia. El Muradana nació hace 60 años. Los abuelos de los actuales dueños, Maruxa y Pepe Senande, fueron sus fundadores.

Artistas de los 90. Durante esa década el hotel-restaurante recibió la visita de varios músicos como Azúcar Moreno, Amistades Peligrosas o Celtas Cortos.