Los que más notarán este cambio impuesto serán los cabezas de familia: Manolo García y Pilar Sampedro. Su casa era el centro de reunión familiar y en estas fechas se llenaba de gente, de anécdotas, de risas y de fotografías para el recuerdo. Sin embargo, esta vez pasarán solos las fiestas. «Tienen mucho miedo. Salen poco de casa porque no quieren exponerse a un contagio. Así que por su seguridad no iremos a comer ni a cenar con ellos», sostiene Pilar García.
Todos son conscientes del momento actual y priorizan la salud por encima de todo. «Esperemos que este año sea la excepción. Cuando se pueda ya se celebrará como siempre. Ahora hay cosas más importantes que eso», explica Pilar García.