El antropólogo llevó a cabo numerosos proyectos para ayudar a los más desfavorecidos
20 nov 2020 . Actualizado a las 20:52 h.Hoy hace cien años que La Voz de Galicia daba cuenta en sus páginas del cariño que se le procesaba al otro lado del Atlántico a un vecino de A Pobra, Andrés Fernández, un antropólogo muy comprometido con los más desfavorecidos.
El barbanzano era miembro de la colonia española de México y estaba considerado como un modelo de altruismo. Las noticias que llegaban a España daban cuenta de que le acababan de imponer la placa de la Cruz Roja como premio a sus altos méritos, a su inmensa generosidad y también a su altísima acción benéfica, informaban las crónicas llegadas de dicho país sobre este pobrense.
El acto de imposición tuvo lugar en su residencia y al mismo asistió el ministro plenipotenciario de España en ese país americano. Según las crónicas, Andrés Fernández poseía un capital de 50.000 dólares y es «digno de este capital quien como él realiza rasgos de generosidad muy poco frecuentes y se propone seguir ejerciéndolos». Uno de sus proyectos era levantar un asilo para los más pobres en su villa natal, donde reposaban los restos mortales de su madre,