Más de ocho mil barbanzanos fueron requeridos para la limpieza de las franjas contra incendios

Marta Gómez Regenjo
M. Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Cartel informativo sobre el incumplimiento de las franjas de protección para prevenir incendios
Cartel informativo sobre el incumplimiento de las franjas de protección para prevenir incendios MARTA GÓMEZ

Las dificultades para identificar a los propietarios retrasa las notificaciones, que en algunos concellos aún se están tramitando

19 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Con el objetivo de prevenir los incendios forestales y frenar su propagación, en el territorio gallego se han delimitado una serie de áreas en torno a núcleos de población y carreteras denominadas fajas secundarias que deben estar limpias de maleza. Que las parcelas incluidas en estas franjas de protección estén debidamente acondicionadas es responsabilidad de los propietarios, y en la comarca de Barbanza hay más de ocho mil que están bajo la lupa de Medio Rural y que han recibido requerimientos para que procedan a desbrozar sus terrenos.

En total, según los datos aportados por la consellería, son 8.243 las notificaciones, correspondientes a otras tantas parcelas, que se han enviado a los propietarios, una cifra en la que no se incluyen los datos relativos al municipio de Lousame, donde se están tramitando.

Parroquias priorizadas

La cifra corresponde a los municipios que cuentan con parroquias priorizadas, es decir, aquellas en las que se realiza un seguimiento especial por la elevada incidencia de los incendios forestales en su territorio. En el caso de la comarca de Barbanza son Baroña, Caamaño, Ribasieira y Xuño, en Porto do Son; Boiro, Cures y Macenda, en el término boirense; Leiro e Isorna, en Rianxo; y la parroquia lousamiana de Tállara.

A ellas se sumaron este año otras dos, San Mamede de Carnota y Louro, en Muros, con unas 194 hectáreas afectadas.

Para estas zonas existe un convenio de protección de las aldeas firmado entre la Consellería de Medio Rural, Seaga y la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) según el cual los propietarios de pacerlas dentro de las franjas de protección pueden dejar en manos de la empresa pública la gestión de la biomasa. Sin embargo, para ello es preciso identificar previamente a los dueños de los terrenos, y ahí radica una de las grandes dificultades con las que se encuentra la Administración. En el caso de Porto do Son, el propio Concello se encargó del envío de los requerimientos: «É moi difícil acceder aos propietarios, hai parcelas mal identificadas no catastro, herdeiros ilocalizables...».