Iago López Marra, regatista olímpico: «Soy optimista con la celebración de los Juegos»

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

El barbanzano se ejercitó en Cascáis durante los últimos diez días, ya que las condiciones del mar son similares a las de Tokio

02 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Iago López Marra (Porto do Son, 1990) no necesita presentaciones. Doble campeón de Europa, subcampeón del Mundo, olímpico en Río y clasificado para Tokio 2020, ahora 2021. Esos Juegos son su gran objetivo. El país nipón es la meta que lo ha llevado a zigzaguear el covid para seguir entrenando y puliendo su simbiosis con su compañero, Diego Botín. Responde a La Voz desde Cascáis, donde el equipo estuvo trabajando los últimos días.

-Lo pillo fuera de casa.

-Estamos en Portugal. Ya vinimos en septiembre unos 15 días y ahora pasamos otros diez. Cascáis es un sitio que tiene mucha ola, muy similar a Japón. Estamos aquí con los alemanes Erik Heil y Thomas Plöbel, que son dos de nuestros principales rivales para los Juegos de Tokio. Pero también hay otros muchos equipos, y eso nos ayuda.

-Lo bueno es que han podido seguir trabajando.

-Por ahora, dentro de lo malo, creo que hemos tenido suerte. En Portugal conseguimos hacer dos regatas, aunque no fueran oficiales. También estuvimos en la Semana Olímpica de Kiel. Dentro de lo malo, estamos muy bien.

-¿Habrá Juegos en Tokio el próximo año?

-Soy optimista con la celebración de los Juegos. Hablando con la gente que controla y sabe como se mueve el Comité Olímpico, me dicen que los quieren celebrar sí o sí. Como si hay que pasar 25 test y 35 cuarentenas.

-¿Hay alguna competición en el calendario?

-Está todo en el aire. Nosotros tenemos pensado volver a Portugal pronto, en noviembre o en diciembre. Pero depende del virus. La idea es ir a Vila Moura. Siempre que nos dejen, claro.

-No tiene que ser sencillo ir improvisando a cada paso.

-Cada mañana es una cosa diferente. Vamos un poco al día. Tenemos la fortuna de entrenar con Erik y Thomas, de los que estamos aprendiendo mucho y aprovechando cada sesión.

-La mejor manera de crecer es retarse con los mejores.

-Sí, sí, es algo que te ayuda a aumentar la exigencia.

-Hace nada participó como embajador de la nueva escuela de vela de Portosín, la cual lleva su nombre.

-¡Yo no quería! [ríe]. Creo que es importante que se haga, que se anime más gente a participar. Lo que intentamos es que los niños aprovechen las infraestructuras que tenemos, porque somos unos privilegiados. Después que compitan o no es lo de menos. Si hay chavales y movimiento alguno lo hará, pero lo importante es que disfruten. Otros países tienen peor tiempo que nosotros y apuestan más por este deporte.

-¿Entrenará algún día con ellos?

-Sí, pero es algo que tenemos que mirar, porque actualmente...

-En un primer momento no le sentó bien el aplazamiento de los Juegos Olímpicos. ¿Visto ahora cómo lo valora?

-En un primer momento nos incomodó a todos. Valorándolo con margen, ha sido positivo en el aspecto de que nos ha permitido trabajar más. En este deporte siempre hay algo que mejorar.

-¿Y las condiciones de entrenamiento cómo están siendo?

-No podemos quejarnos de nada. Tenemos el apoyo del equipo olímpico, del entrenador, las instalaciones... En eso hemos dado un cambio radical.

-Sigue sin mojarse sobre las posibilidades de conseguir un medalla en Tokio.

-Eso algo que no va conmigo. Sé que podemos hacerlo bien, pero también puede salir mal. Así es el deporte. No hace falta meterse más presión.

-¿Sigue teniendo tiempo para el surf?

-Siempre que puedo. Día sí y día también [ríe].