Los boirenses, impecables, se impusieron con claridad en cuatro sets
28 oct 2020 . Actualizado a las 22:10 h.Aunque recién llegado a la Superliga, el Rotogal Boiro empieza a mostrar los dientes. En Castilla y León utilizó los colmillos, con los que despedazó a un Río Duero Soria que fue incapaz de superar a los barbanzanos, quienes lograron su segunda victoria del curso por un resultado de 1-3 (26-28, 28-26, 19-25, 18-25).
Gran parte de la miga del encuentro se centró en el primer set, que pudo caer para cualquiera de los dos bandos. Más todavía cuando los locales lograron una ventaja de cuatro puntos que, lejos de dilapidar las esperanzas gallegas, metió a los de Emilio Palacio dentro del partido. Con una igualdad absoluta sobre la pista, fue un ligero toque de Moreno el que decidió la manga por 26-28.
El punto dejó groguis a los sorianos en los instantes iniciales del segundo set y el Rotogal logró las primeras ventajas holgadas de la tarde-noche. Eran un ciclón los boirenses, que se relajaron en demasía para que el bloque local, contra todo pronóstico, remontase (28-26) un juego que tenían en el bolsillo.
Los mejores minutos
Ese regalo hizo daño a los de Palacio, que eran conscientes de que habían entregado premio al Soria. Pero de esas dudas surgieron los mejores minutos de los barbanzanos, que se auparon sobre los hombros de Fernández, Benavídez, Moreno, Iglesias, Bítar y Gallego, quien cerró el tercer set por 19-25 con un bloqueo.
El cuarto, aunque disputado, terminó por decantarse por el bando visitante. Bien parapetados en defensa, y contundentes en ataque, el Rotogal rubricó un 18-25 impecable que demuestra que a este equipo hay que tomárselo muy en serio.