Mario Vidal: «Exigimos no ser tratados como apestados, somos un sector seguro»

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

marcos creo

Asegura que los niños están mejor en actividades organizadas que en los parques

16 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La empresas dedicadas al ocio infantil y juvenil constituyen uno de los sectores más afectados por la pandemia. Estuvieron cerradas a cal y canto más de tres meses y cuando al fin pudieron abrir se encontraron sin protocolos que aplicar y sin una normativa común de la que echar mano. La respuesta del público, marcada por el miedo a los contagios, avivó una crisis que ha llevado ya a un buen número de negocios a echar el cierre. Para tratar de salvar a los que todavía resisten se ha creado la Asociación Nacional de Empresas de Actividades y Campamentos, una agrupación de carácter estatal que empieza a andar con 36 socios fundadores, entre los que se encuentra el ribeirense Mario Vidal, gerente de la firma Golfiño.

-¿A qué obedece la puesta en marcha de esta asociación?

-Decidimos unirnos porque cuando surgió el problema del covid nos encontramos solos. Tuvimos que hacer nosotros un protocolo y presentárselo a Sanidad para su homologación y poder así trabajar en verano. Ahora vemos que la situación no tiene trazas de mejorar y que las actividades relacionadas con el ocio y el tiempo libre no acaban de arrancar.

-¿Cuáles son los principales problemas que sufre el sector?

-Hay varios problemas que vienen de antiguo, pero que se han hecho más patentes a raíz de la pandemia. Por ejemplo, la falta de un convenio colectivo, lo que lleva a las empresas de este sector a estar encajadas en ámbitos diferentes, como turismo, ocio y cultura. Ello implica que, por ejemplo, un albergue tenga un aforo máximo del 50 % y un hotel, del 100 %, cuando en la práctica se dedican a lo mismo. Queremos un criterio único a la hora de trabajar e ir todos de la mano.

-¿En qué situación se encuentra el sector ahora?

-Venimos de un verano que ha sido nefasto. En nuestro caso, el año pasado organizamos campamentos para más de 4.000 niños de toda Galicia y en este, no llegamos al 10 % de esa cifra. La situación de los parques infantiles es aún peor, porque la mayor parte llevan cerrados ya siete meses y están en la cuerda floja. Lo que queremos es trabajar y hacerlo con la máxima seguridad, por eso adoptamos todas las medidas necesarias, aumentamos los monitores y disminuimos la ratio de niños. Exigimos no ser tratados como apestados, porque somos un sector seguro, aunque claro está, el riesgo cero no existe.

-Esa caída en la demanda viene en gran parte motivada por el miedo de las familias...

-Sí, y es un miedo lógico, pero la experiencia demuestra que los niños actúan mejor que los adultos a la hora de adoptar medidas de seguridad. Los campamentos de verano fueron un éxito rotundo y no registraron brotes. La gente no entiende que los niños están mejor en actividades controladas que en los parques, paseos y terrazas, porque se cumplen todas las medidas de higiene.

-¿Qué pretende hacer la asociación para salvar el sector?

-La idea es actuar de interlocutora ante la Administración para defender los intereses del sector y plantear las demandas. El verano, que es nuestra temporada fuerte, terminó, pero ahora llega la campaña de la nieve y luego la de excursiones y actividades de fin de curso. En este sector se están perdiendo muchísimos puestos de trabajo, pero a nivel social, los niños y los jóvenes están pagando la factura de la pandemia. Los adultos siguen viajando y disfrutando de actividades de ocio, mientras los niños no pueden hacer nada.

-¿Cuál podría ser la solución a esta crisis?

-Necesitamos que se ponga en marcha una campaña de promoción para convencer a la gente de que somos centros seguros en los que se pueden seguir llevando a cabo actividades. La ciudadanía debe interiorizar que la vida sigue y que se puede hacer lo mismo que antes, pero de otra forma. Numerosos parques infantiles están cerrando y los que seguimos, si en este trimestre no levantamos cabeza también tendremos que claudicar. También queremos un protocolo único para el sector, el mismo para toda España.