Oscurantismo municipal

José Vicente Domínguez
josé vicente domínguez LATITUD 42°-34?, 8 N

BARBANZA

15 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Imagínese que va a ser afectado directa o indirectamente por una actuación municipal. ¿Le gustaría conocer tal actuación? Naturalmente que sí. Pues bien; en ciertos concellos es posible que llegue a conocerla una vez se haya producido y, por supuesto, sea tarde para que pueda ejercer el derecho que le asiste a defender sus intereses. Basándose en que las decisiones están legitimadas porque fueron aprobadas por el pleno, los mandatarios se pasan por el forro lo poco que sobre transparencia está recogido en la Constitución (artículo 105 a): «Audiencia a los ciudadanos en los procedimientos de elaboración de las disposiciones que le afecten».

No hay campaña para las elecciones municipales en las que no se prometa el acercamiento de la administración al ciudadano. Se llegó a decir que no se harían obras en las parroquias, antes de poner en conocimiento de los parroquianos lo que se pensaba hacer y la forma de llevarlo a cabo.

Ahora nos encontramos con un caso concreto. Se piensa hacer un paseo marítimo en Palmeira, desde Insuela hasta A Cambra. Un paseo que, dada la configuración de la zona, puede destruir cuanta belleza natural encierra ese inigualable enclave costero. Y ya ven, ¿alguien podría decir en qué lugar de Palmeira está expuesto un simple croquis en el que los vecinos puedan ver que es lo que se pretende hacer, por donde pasará, cuanta flora destruirá o cuanto cemento ecológico se piensa utilizar? Pensamos que los parroquianos algo podrían opinar, por muy ignorantes o carentes de intelecto que los mandatarios puedan pensar que son. A veces, de un simple vecino salen mejores ideas que de muchos concejales. Pero nadie sabe nada. O sí; pues al parecer hay algunos elegidos que han visto el croquis e incluso están de acuerdo y dicen los malpensados que sus intereses saldrían beneficiados. «Si quieres te paso el croquis por wasap -dicen en secreto y muy confidencialmente- ¡El firme va a ser de cemento ecológico!». Seguimos en la era del oscurantismo municipal.

También circula un runxe runxe de que sería una pena perder la subvención estatal de 300.000 euros destinada a tal paseo. Pero bueno, ¿desde cuándo las subvenciones llaman a las puertas de los concellos? Seamos claros, algún concejal con más voluntad que conocimiento llegó a la conclusión de que este paseo sería beneficioso para Palmeira y quiso apuntarse un tanto. Eso sí, salvaguardando, de manera sospechosa en el trazado, la zona costera de Riazor hasta Insuela; no fuera a perjudicar algunas privilegiadas propiedades.

Cuando en muchos lugares han tenido que rectificar y devolver la naturaleza a su estado primigenio (pues en eso radica la belleza de los lugares), aquí estamos anclados en la moda de los 60. Hagan accesos dignos para el mejor disfrute de playas, calas o roquedales y olvídense de los paseos marítimos pegados al mar que rompen la armonía de la naturaleza.

Ojalá que el Ministerio de Transición Ecológica comprenda la improcedencia de esta actuación y se ahorre los 300.000 euros que falta harán para otros menesteres. Tampoco estaría de más escuchar la opinión de la Fundación RIA, bajo el docto saber de Chipperfield.