Cuando Mafalda sí se comió la sopa en el restaurante Casa Pachín de Taragoña

Laura m. Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Adrián González

Su creador, el dibujante argentino Joaquín Salvador Lavado, Quino, comió en el establecimiento en 1992 y firmó en el libro de visitas con una de sus viñetas

03 oct 2020 . Actualizado a las 19:30 h.

Con la misma intensidad con la que amaba a Los Beatles, a su inseparable globo terráqueo y a responder de manera tan elocuente que para casi todo en la vida hay una frase suya, Mafalda odiaba comer sopa. Siempre le protestaba a su madre cuando le ponía el plato en la mesa con ese, para ella, aberrante líquido. Así fue durante los años que el argentino Joaquín Salvador Lavado, más conocido como Quino, la dibujó, hasta 1973. Lo que no saben los admiradores de la famosa tira cómica es que a Mafalda le acabó gustando la sopa. Al menos, la del restaurante Casa Pachín de Taragoña, en Rianxo, sí se la comió.

Tienen pruebas que lo acreditan. Concretamente, una viñeta firmada por el propio Quino el 16 de abril de 1992 y que se guarda como oro en paño en el libro de visitas del establecimiento. Qué hacía el reconocido dibujante en Casa Pachín lo recuerda perfectamente Feli Iglesias, en aquel momento hija de los dueños, ahora madre del propietario. «Era un día pola semana, un xoves. Apareceu aquí con outro home, que pola pinta debía ser o seu representante», cuenta. Si no le falla la memoria a esta rianxeira, Quino estaba esos días de visita en Noia y, cuando preguntó por «un sitio bo para comer, recomendáronlle o noso restaurante». Y allí se fueron.

En un primer momento, ni los dueños de entonces, Ramón Iglesias y Carmen Meda, ni Feli reconocieron al argentino. Fue un médico amigo de la familia, que también se encontraba en el establecimiento aquel día, quien los puso sobre aviso. «Cando me dixo que estaba Quino sentado nunha mesa pregunteille: ‘E ese quen é?' Porque daquela polo nome non o coñecía», explica Iglesias. Disipadas sus dudas, «Mafalda si que sabía quen era. Quen non?», la rianxeira esperó a que acabaran de comer y se acercó a la mesa para pedirle que le firmara el libro de visitas.

La viñeta

Querían una simple rúbrica, pero el dibujante argentino acabó dedicándoles una pequeña ilustración de su puño y letra. En ella, aparece la característica Mafalda acompañada por otro de los personajes habituales de la tira cómica, su amigo Manolito. «¡Jo, con Casa Pachín! ¡Hasta la sopa es buena», exclama la niña. Mientras que su compañero puntualiza: «Además, ¿saben ustedes que es casi más barato que Almacenes Don Manolo?», en referencia a la tienda que regenta el padre de este personaje, que se hizo popular bajo el lema «vende baratísimo».

«Foi encantador». Esa es la frase que, para Feli Iglesias, mejor define la actitud que tuvo el dibujante durante su encuentro. «Non podo dicir outra cousa. Comportouse coma un máis. Foi moi agradable e moi humilde», cuenta la rianxeira. Del menú que degustaron no se acuerda, pero probablemente fue un plato típico de la casa. «Iso si, os cafés correron pola nosa conta», afirma.

Aquella visita de Quino no fue la primera ni será la última ocasión en que Casa Pachín reciba comensales ilustres. «Levamos abertos moitos anos e por aquí xa pasou moita xente», explica. Iglesias recuerda con especial cariño los años de la sala de fiestas Las Delicias de Boiro: «O restaurante enchíase de cantantes». Muchos de ellos figuran también en su libro de visitas, junto a esta viñeta de Mafalda que ya forma parte de su historia.