Veraneantes nacionales y actividades al aire libre: así fue el turismo del covid

Lucía Eiras / M. G. LA VOZ / RIBEIRA

BARBANZA

MARCOS CREO

En una temporada estival sin precedentes, la actividad en las oficinas se redujo

04 sep 2020 . Actualizado a las 21:39 h.

Después del confinamiento, el verano se presentó con la incertidumbre de qué iba a pasar, qué se podría hacer y qué no. Poder salir de casa y sentarse en una terraza se hizo realidad, pero sin irse lejos, por prevenir. Así que los grandes viajes en familia quedaron en un segundo plano y se buscaron alternativas próximas. Lo confirman en las oficinas de turismo de Barbanza, donde constataron, precisamente, un fuerte incremento del turismo nacional frente al internacional, que fue el gran ausente en una temporada estival sin precedentes.

«Nós notamos no mes de xullo unha caída do turismo internacional do 30%», señala Iria Caamaño, técnica de turismo del concello de Noia. Otra muestra representativa de la escasez de visitantes extranjeros son los datos registrados en Muros, donde en el mes de julio se acercaron a la oficina 775 visitantes nacionales, frente a 35 internacionales.

El predominio de veraneantes españoles es una situación que se repite también en Rianxo. En la oficina de información afirman que las sensaciones son que el turismo este año fue principalmente de proximidad, nacional e incluso, en muchos casos, gallego. El perfil de este tipo de visitante, señalan desde A Pobra, es el de personas que se desplazan en su propio transporte: «Hai moitísimo turismo de autocaravana». Y, además, de alquiler: «Polo menos aquí destaca o aluguer de pisos ou quedar na casa dalgún familiar. Tamén temos moita segunda residencia».

Esto se repite en Carnota, desde donde corroboran que «hai moito turismo familiar e xubilado. Este ano manexamos as cifras de sempre, ou incluso un pouco máis». Otra peculiaridad que notaron en el concello de Outes es que «moita xente non pasa polas oficinas de turismo. Son veraneantes que xa coñecen o destino. Notamos que este ano está vindo moita máis xente que xa coñece o lugar».

Cifras a parte, en este verano del covid los concellos barbanzanos se vieron obligados a tomar medidas para adaptarse a la situación genera por la pandemia. En Boiro, por ejemplo, suspendieron las visitas guiadas que cada año había en el municipio. Noia, en cambio, optó por la reducción de aforo, y en otros municipios combinaron ambas alternativas.

Las actividades

En cuanto a las preferencias de quienes pasaron por las oficinas de información turística, hay casi unanimidad: al aire libre, en lugares poco concurridos y marítimas, estas fueron las principales demandas de los veraneantes en cuanto a las actividades de ocio. «Nos días próximos ás fins de semana chamaba todo o mundo para preguntar por travesías pola ría en barco», señala la técnica de A Pobra. En Lousame, en cambio, el gran atractivo es la ruta del río Vilacoba: «Pregunta moita xente por ela. É unha maneira de estar ao aire libre sen ter contacto con ninguén», asegura Maite Sobradelo, responsable de la información turística.

La búsqueda de espacios abiertos está siendo la demanda más generalizada en las oficinas de Barbanza, que explotan este tipo de actividades para adaptarse a un verano en el que las habituales verbenas no son una opción.